OLIVIA (Harry Styles)

Capítulo 2

Harry Styles

Si tan solo ella supiera cuanto la necesité, cuanto la extrañé en las noches.
Si tan solo pudiera volver él tiempo atrás para poder despedirme de ella, poder volver a ver por ultima vez sus ojos avellana que brillaban tanto en primavera.

Era la luz que iluminaba mis días, que me sacaba de la oscuridad y me protegía cuando tenía miedo.
La hecho tanto de menos, tanto que duele.

Pasó tanto tiempo, tanto que perdí la noción, paso tanto desde la última vez que me sentí feliz, que me sentí vivo.

Tal vez tendría que comenzar por el principio.

Fuí feliz, lo fuí, hace mucho tiempo

Vivía en New York donde nací y me crié hasta cierta edad.
Vivía con mis padres, mi vida era perfecta por así decirlo, tenía todo, era él típico hijo rico y malcriado al que le daban cada pedazo de mierda que se le ocurría.
Quizás nada de eso suene mal pero cuando digo que era rico es porque lo era, pero de la peor forma.

Mi padre era uno de los más famosos contrabandista en New York.

Y no se porque llegue a pensar que eso era bueno, llegue a un punto donde mi vida se basaba en viajes, de un estado a otro, nuevas casas, nuevos colegios, nuevos amigos todo en tan poco tiempo

Y todo por mi padre, y su estúpido trabajo, vivíamos escapando de mafiosos, de gente a la que mi padre le debía mucho dinero y lo único que querían hacernos era arrancarle la cabeza.

Mi padre debía tanto dinero y tenia a tantas personas tras de el que no le quedó otra que abandonar él país. Justo cuando había comenzado a hacer amigos, nos mudamos a Rusia.

Obviamente yo nunca quise, me costaba mucho acostumbrarme a los distintos lugares y más que nada relacionarme con los demás

Imagínense lo difícil que fue para mí, porque estamos hablando de Rusia, ni siquiera sabía pronunciar una puta palabra.
Tuve que concurrir a cientos de cursos, aprender su cultura y ni mencionar como me tenía que vestir.

Pero cuando pensé que las cosas no podían empeorar lo único bueno que había en mi vida se fue en un abrir y cerrar de ojos.

Mi madre se enfermó, tenía una grave enfermedad en las articulaciones que la tenía sepultada en una cama, sin poder moverse.
Y yo con tan solo 10 años de edad la cuidaba, me quedaba despierto todas las noches, llevándole medicamentos, la comida, ayudándola a pararse.
Se preguntarán por mi padre, él nos dejó, simplemente se fue, y lo único que dejo fue una maldita carta.

Cuide de mi madre por tres años, tres malditos años, en los que también trabajaba para poder tener aunque sea un comida en el día
La vida era muy dura en Rusia, recuerdo todo lo que tenía que hacer para ganar solo $5 vintenes.

Mi madre falleció cuando tenía 13 años, y lo mas feo de todo fue que nunca me pude despedir de ella, después de todo lo que pasamos juntos no pude verla por última vez.

Fue una tarde, la mas horrible de todas, volvía del trabajo, y como todas las tarde llegaba a ver a mi madre.

Fui hasta la habitación y no la encontré ahí, enseguida me preocupe ya que ella no tenia casi movilidad era imposible que se halla levantado.

Revise por todas partes pero no la encontraba por ningún lado, fue por el pánico y la desesperación que no me percaté que él timbre estaba sonando.

Fui a abrir la puerta y ahí fue que la vi, era mi tía, la hermana de mi madre

Se acercó hacia mí corriendo y me abrazó muy fuerte, al principio me sorprendió pero luego le devolví él abrazo, hacía tanto que no la veía, estaba tan diferente