III

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-Entonces...- susurró la pelirroja cuyos ojos celestes tenía clavados en la figura pálida del hombre. -¿por qué Sr. J?-

Una mirada fulminante lo dominó. Era la tercera vez que le preguntaba lo mismo y, simplemente, volver a repetírselo era algo que hubiera solucionado en un segundo de no haber sido por que uno: todo su cuerpo estaba inmovilizado con cables y dos: No tenía algún arma a su alcance.

-Por que así me llaman niña- la chica suspiro; tenía la esperanza de que su determinación la ayudará a descubrir más de tan particular personaje acotados sobre su sofá; se levanto tranquilamente  y camino con lentitud a la cocina del departamento. Unos ojos azules se posaron en ella apenas se había levantado.

La información que él payaso tenía hasta el momento era que esa chica vivía sola, era extranjera, era ingenua, tonta y sobre todo..

-¿eres practicante?-  sobre su mano posaba otra galleta con chispas de chocolate. El hambre lo dominaba sin embargo la sed era lo que más le atormentaba en ese momento. 

-Recién me gradué Sr. J- explicó a sus espaldas la pelirroja.- Estaba haciendo mi residencia en Venecia cuando me mandaron a Gotham.- De nuevo el olor a Vanilla le inundo la nariz provocando que este la arrugara con cierto desprecio; Alissandra meneo la cabeza apenas se dio cuenta del gesto y tras una sonrisa serena poso un vaso de agua frente el de cabello verde; el payaso no dudo ni un segundo en tomarla- Mi madre solía decir que cuando tomas agua después de comer galletas comenzaban a formarse lombrices en tu estómago para después devorarte lentamente.- 

  Otras cosas de la chica agregadas a su inventario: Doctora recién graduada  

-Eso es ridículo viniendo de una doctora- El joker encorvo una ceja; la chica se hecho a reír de una manera tan pulcra, cautivadora y sencilla que esto provoco un escalofrió en el pálido hombre- ¿Que es tan gracioso niña?-

-Es que- su voz se tranquilizaba  cada que soltaba una palabra de su recuerdo- deje de creer que era cierto hasta que comencé el primer semestre de la carrera- la italiana tomo el vaso que en segundo vacío su acompañante, se paró para llenarlo nuevamente y regresó con una tranquilidad innata que desesperaba enormemente a la visita.

-Que incrédula- bufó empinándose nuevamente el vaso.

-Lo mismo me dijo mi maestro de anatomía- suspiró nostálgica- resulta que no fue buena idea preguntar eso frente a toda la clase- luego se recogió el cabello, se puso aquellos lentes que estaban recargados en la mesa y con voz graciosa en conjunto de un acento italiano imitó a su profesor- "Señorita Mordine; usted debería preocuparse por las calificaciones del semestre más que por las lombrices en su estómago que jamás existieron"-

El payaso puso los ojos en blanco. Vio el reloj de la sala y sin prisa alguna se levanto. Alissandra lo imitó con un aura preocupada. 

-Por favor, no se vaya aún- Lo que más incomodó al hombre no fue ni el tono de voz ni la desesperación por sujetarlo a pesar de que se balanceara más de una vez- Su herida; no quiero que se vuelva a abrir...casi muere- si no las palabras tan sinceras que esa chica podía sacar de su boca. Jamás escucho un sonido  tan dulce como el de ella y eso lo frustraba.

La puerta del departamento interrumpió una respuesta que jamás saldría del Joker. La pelirroja miró la puerta, luego al peliverde y nuevamente a la puerta de madera; suspiró y de poco en poco se alejó del cuerpo desequilibrado para acercarse a la entrada. Sus ojos celestes enfocaron a un chico aproximadamente de su edad; cabello negro, ojos grises y piel apiñonada sin embargo, la mirilla de su puerta no dejaba apreciar más.

-Viene por usted ¿No es cierto?- los ojos celestes buscaron la mirada azul de su invitado, extrañamente el la evitaba y aun que se hubiera dado cuenta no quería preguntar. Cuando Sr. J asintió suspiró con pesadez y saco la llave de la manecilla- Entiendo que es testarudo señor J. - y acto seguido abrió la puerta. 

-¡Hey J!- sonrió el chico apenas vio a su jefe parado a un lado- Tienes pinta de un maldito pedazo de mierda-

La chica tosió pidiendo atención, no le gustaba que insultaran a las personas delante de ella, mucho menos a sus pacientes. se arrepintió cuando la mirada gris se posó en ella y a la par silbaba con lujuria. La incomodó pero no dijo nada al respecto.

-Maldito hijo de perra, te la estabas guardando para ti ¿no?- El joker gruño lo que provocó que el chico se encogiera de hombros. -Vale, toda tuya-

-Vamonos- ordenó, el chico se acerco al peliverde con entusiasmo sin embargo se detuvo agresivamente al ver todos los tubos que tenía conectado; se rascó la cabeza, miró un suero, luego otro, luego vio las vendas, luego las agujas..suspiró.

-O-oye preciosa- Alissandra acudió a la ayuda del chico de su edad con cierta aura divertida. Tomo la muñeca del peliverde, presiono su vena y en un acto rápido saco la aguja de la piel, colocó una banda que había sacado de su sudadera y sonrió. Miró a los ojos grises que la apreciaban y le entrego un papel en mano. -¿Que es esto?-

-Pues la receta del señor J.- respondió con tono europeo y como si se tratará de lo más monótono de la vida-  Ahí esta el antibiótico que debe tomar para que su herida no se infecte, los sueros que debe tener vía intravenosa para recuperar la glucosa perdida, los días que se le hace curación y sobre todo el analgésico; de lo contrario el señor J tendrá dolores insoportables por la sutura- la chica sonrió al pobre pelinegro- ¿Alguna duda?-

-Bueno...- y miró al peliverde- ¿Quien es esta tía?-

-¿Trajiste la camioneta?- comenzó a caminar el cuestionado ignorando por completo la primer pregunta. El de piel apiñonada asintió.- Entonces que mierda estas esperando ¡Vamonos!-

Sus ojos desprendían fastidio por lo que el subordinado entendió que estaba perdiendo la paciencia, tomo el papel que la pelirroja le había dado, lo hizo bola para meterlo en su chamarra y ayudo al payaso con el suero restante que aun tenía en el brazo. 

-Un gusto cariño- se despidió el hombre de mirada gris apenas llegaba a la puerta cuidando de que su líder no se cayera.

-Alissandra- sonrió con un leve tono de preocupación- Mi nombre es Alissandra. Por favor cuida del señor J.; cualquier cosa puedo darles mi número y yo...-

-No es necesario- la voz fulminante del peliverde la interrumpió ambos chicos de miradas similares lo observaron con atención- es fácil encontrarte-

La chica sonrió mientras asentía con la cabeza. El de mirada gris estaba confundido ¿Acaso no se daba cuenta esa chica que las palabras de su jefe en realidad querían decir "Te mataré tarde o temprano"?. 

-Ciao Señor J.-

La puerta del departamento de cerró. El pelinegró miro a su jefe con curiosidad sin embargo este solo bufó y desvió la mirada.

-Esa maldita niña me tenía hasta los cojones- 

El departamento de la Italiana por fortuna era el segundo piso. El joker estaba cubierto con la chamarra que momentos antes tenía el chico y el elevador se abrió dejando ver una que otra persona. Algunos lo reconocieron y entraron en pánico mientras que otros decidían salir de ahí lo más rápido posible con una discreción forminal para no delatar su presencia y comprometer su vida.

-Creía que habías muerto Jack- murmuró al visualizar la camioneta que traía consigo más de sesenta pistolas y toda su colección de cuchillos- Batman te hirió de muerte-

El peliverde no asintió. Tenía razón, hubiera muerto de no haber sido por esa pelirroja cuyos ojos no podían dejar de atormentar la mente retorcida del payaso de Gotham.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2017 ⏰

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Ella [The Joker & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora