Problema

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Un silencio sepulcral se apodera del departamento tan pronto como la pareja llega. Jungkook no ha hablado en todo el camino, y YoonGi esta tan emocionado con la noticia que no le a puesto mucha atención a su esposo.

El azabache no puede imaginarse una vida con un bebé. Con Jungkook alzando en sus brazos a un niño con los mismo rasgos de este, blanquito y de ojos color chocolate, quizá también un poco alto. Dios! Nunca pensó en que un día así llegaría. Se echo en el mueble de la sala soñando con tantas cosas que ahora podían ser posibles, que el aumento de adrenalina en su cuerpo le provoco un dolor de cabeza un tanto agudo.

Se paro rápidamente corriendo a la cocina. Jungkook  lo miro con algo de preocupación, y le siguió hasta el lugar observándolo tomarse las cápsulas para la anemia con cierto temblor en sus manos. Se aproxima al chico, pues se ha puesto pálido, y es que el dolor de cabeza trajo consigo el mareo matutino del embarazo. De la cocina, YoonGi  tuvo que correr al baño de la sala para sacar nada por su boca. No se había alimentado ahora que lo recordaba, y su estomago gruño confirmándolo. Ahora ya no podía aguantar el hambre, tenia que comer por dos, y podía hacerle daño a su bebe si no lo hacia. Lo estaba privando de proteínas, y eso no era bueno.

Se separa del retrete cuando se hubo sientido mejor. Jungkook  esta a un lado con una vaso de agua, y se lo alcanza sin decir una sola palabra. YoonGi lo recibe, bebe un poco y se lo devuelve mirando un punto fijo en la pared mientras cierra los ojos y respira profundo. Se siente agotado, y el sueño hace que sus ojos pesen, pero no puede dormir, tiene que ir a trabajar y la verdad es que no quiere faltar.

Mira a Jungkook , y este desvía la mirada a otro lado, ignorándolo. Es hay cuando detecta el cambio de animo de su adorado esposo, desde que salieron del hospital hasta ahora. Un aire de angustia rodea el cuerpo del menor, preocupandolo.

—Jungkook, ¿estas bien? –interroga YoonGi , algo inquieto por la neutralidad en el rostro del mayor. Jungkook  niega separándose de la pared.

—Voy a cambiarme, se me esta haciendo el tarde –es lo único que responde, antes de salir del baño para encerrarse en el cuarto de ambos.

YoonGi  sabe que el castaño a ignorado totalmente su pregunta, y que no esta bien. Se para del suelo para encaminarse de nuevo a la sala, mira el reloj notando que el también entra pronto a trabajar, y decide que no pasara nada si llega unos cuantos minutos tarde. Jubgkook sale 10 minutos después, lo ignora de nuevo, y sale del departamento sin decir una sola palabra, sin si quiera mirarlo o decir "adiós".

No, definitivamente Jungkook no estaba bien. Es como si se hubiese ganado su odio, como si fuera un bicho raro o un estorbo en su vida. Se propuso pensar que simplemente estaba algo conmocionado, quizá confundido. Jungkook amaba los niños, era imposible que fuera a odiar a su propio hijo.

Se encamino a su cuarto para bañarse y arreglarse, el lugar había quedado oliendo a la fina loción de Jungkook , y YoonGi  se deleito con el aroma que merodeaba en el ambiente , con la sensación de protección que esta brindaba. Dejo todo ordenado antes de salir, y bajo las escaleras del conjunto hasta el parqueadero llegando mas rápido que el ascensor con una sonrisa victoriosa en sus labios. Encendió la Dodge negra perteneciente a el, y se encamino a su trabajo con las tripas sonando en su interior. Tenia que comer, pero lo haria en la oficina. Tenían una maquina expendedora bastante útil, y con ello podía engañar su estómago  hasta la hora de la cena.

Llegando, parqueo el carro en el estacionamiento con habilidad, y subió hasta su oficina en el preciso momento en que su jefe entraba a la sala. Jin lo observaba a lo lejos, y le ayudo a llegar a su cubículo sin ser detectado por el hombre que tomaba lista.

Mi lindo embarazado [Sukook-Mpreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora