14 de febrero. Londres, Inglaterra.
Nadia se encontraba caminando por las frías calles de Londres, frotando sus manos en busca de calor. Llegaba diez minutos tarde al lugar de encuentro, donde su novio la esperaba.
«Todo esto no hubiera pasado si no te hubieras quedado tanto tiempo con Ethan.» Pensó.
Ella sabía que estaba mal, pero no podía evitarlo. Ethan era increíblemente guapo y experto a la hora del sexo. Mientras que Liam, su actual novio, no sabía como tratar con una chica. Eso irritaba a la rubia. Ella quería acción, aventuras, no desaprovechar su vida. Y Ethan podría darle eso, e incluso más. Tiene ojos azules y muy cautivadores, cabello rojo fuego, obviamente teñido, medía casi dos metros, y tenía tatuajes en ambos brazos y en su espalda. Con veinte años, vive solo en un departamento, independiente de sus padres, los cuales están preocupados de su futuro. Nadia y él no tenían nada serio, algo así como amigos con derechos. Él tenía no tenía idea de que ella tenía un novio, y mucho menos sabía Liam de su amigo con derecho. De todas formas, a Ethan no le importaría, podría conseguirse otra perra en cinco minutos. O eso pensaba ella.
Liam, en cambio, era todo lo contrario a Ethan. Tierno, atento, con sus ojos color ámbar, transmitiendo dulzura y amor, y cabello castaño oscuro con un prolijo flequillo, medía un metro ochenta con dieciocho años. Era una agradable y simpática persona, siempre pensando en los demás, creyendo haber encontrado el amor, sacrificando todo por ello. Vivía con su padre y, podría decirse que, tienen buena economía. Sus padres se separaron cuando él tenía once años de edad, y realmente no le afectó. Simplemente aceptó el hecho de que ellos no eran el uno para el otro. A Liam jamás se le ocurrió que Nadia se veía con otro chico, nunca lo imaginó ni pasó por su mente. Después de dos años de relación, creyó que ella habría aceptado que a él no le gusta las cosas que hacen los chicos de su edad, salir a fiestas, o simplemente estar con muchas chicas. Durante su larga vida nunca se había interesado mucho en chicas, o lo que es el amor.
Nadia no tenía idea en lo que se había metido. Amaba a Liam con mucha fuerza, y lo de Ethan era sólo de una noche. No pensó que él averiguaría su número y la llamaría. Hace un poco más de cuatro meses que sigue con esa farsa, y quería terminar con todo eso. Pero tenía miedo. El pelirrojo era bastante violento cuando se lo proponía. No quería salir lastimada, o peor, que él le dijera a Liam que lo engañó, y lastimarlo.
Su cabeza dolía de pensar tanto. Pero no tanto como su pecho. Su pecho dolía cada vez que veía a Ethan, o cuando veía a Liam, o se mensajeaba con los dos al mismo tiempo. Su mejor amiga dijo que estaba bien, que ninguno de los dos sospecharía de eso, que hay que divertirse en la vida porque es una sola. Pero, ¿qué clase de mejor amiga dice eso?
Decidió que es demasiado malo pensar todo eso, y le mandó un mensaje a Liam.
«Lo siento, se descompuso el vehículo de mi padre, tuve que ir caminando, en dos minutos estoy ahí. Te quiero, Nani. XOXO.»
Le faltaba una cuadra para llegar. Se preguntaba qué harían esta vez. La semana pasada fueron al parque y sólo comieron. La otra vez fueron a un shopping, y sólo observaron prendas costosas que jamás comprarían. Se empezaba a aburrir de esta misma rutina siempre.
La rubia se quedó atónita con la imagen que tenía en frente. Estaba como a unos cincuenta metros, detrás de un árbol, mirando a su novio. Pero no estaba solo. Tenía el ceño fruncido, mientras observaba confundido el celular que, claramente, no era de él.
Y lo peor, es que Ethan estaba junto a él. Mirando fijamente a Nadia, transmitiendo todo el odio y desprecio que sentía hacia ella en ese momento, causando en ella un escalofrío por su espina dorsal.
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«Valentine's Day»
Novela Juvenil«Cupido ataca cada año, y no siempre de la mejor manera.»