Prólogo

35 5 1
                                    

Ya podía sentir como sus piernas empezaban a fallar, su respiración agitada, luchando por respirar, sentía el cuerpo entumecido por el terror, pero aún así no dejaba de correr, debía hacerlo para poder escapar de ese monstruo que la estaba persiguiendo para devorarla.

-¿A dónde crees que vas pequeña?- Dijo aquel engendro, se podía notar la maldad y las ansias de matar en su voz, era como el dulce y tentador susurro de un demonio.

-P-por favor no me mate.- Suplicó aquella mujer, presa del pavor, sentía un nudo en la garganta debido al miedo de ser asesinada, ya no podía hacer nada, aquél sensual hombre que creyó que le haría compañía, terminaría siendo la última persona con la que compartiría palabras.

Aquel perverso ser dejó escapar una risa macabra, la ingenua mujer sabía que su hora había llegado, podía verlo en los ojos sin vida de ese hombre, no le iba a conceder ni una pizca de misericordia, ya no había salida alguna.

En un movimiento rápido, que apenas presenció, él hombre la había presionado contra el árbol más cercano.

-No te preocupes seré rápido, solo vas a sentir un pequeño pinchazo.-

Su corazón latía más fuerte, lágrimas de terror recorrían aquel hermoso y delicado rostro, abrió los ojos para ver al autor de su muerte.

No podía creer lo que veía, por un momento pensó que era una alucinación debido al miedo que sentía en aquel momento, de aquellos gruesos y hermosos labios se asomaban unos colmillos blancos como la nieve y afilados, similares a los de un gato pero más grandes.

-¿Q-qué...?- Se vio interrumpida debido al punzante dolor en su cuello, aquel vampiro la había mordido, succionando su sangre con prisa para saciar su voraz hambre.

Sentía los párpados pesados, los iba cerrando poco a poco, para luego caer en un profundo sueño, uno del cual no despertaría jamás.

Aushwitz-Polonia 72 años atrás

-¡Damien, escóndete ya van a llegar!- Le gritó con desesperación a su hijo -¡Sal por la puerta trasera, corre hacia el bosque y no te detengas por nada del mundo!-

-¡No dejaré que te atrapen madre!-

Se escuchan unos golpes bruscos y repetitivos contra la puerta, queriéndola derribar.

-No te preocupes mi niño, yo estaré bien, tú solo corre hacia donde te dije.- La mujer tomó con delicadeza y dulzura el rostro de su preciado hijo, mirándolo directamente a los ojos -Te amo Damien nunca lo olvides.- Besa su mejilla con amor -Ahora corre.-

Se escuchó un gran estruendo, habían logrado derribar la puerta, por ella entraron tres hombres uniformados.

Nazis.

-Ve.- Susurró aquella mujer antes de que los nazis entraran.

-Te amo madre.- Le susurró Damien antes de salir corriendo en dirección al bosque, siguiendo las instrucciones que le dio su madre.

Corrió por ese oscuro bosque lleno de inmensos arboles hasta que sus piernas fallaron, debido al cansancio, cayendo al piso.

De aquellos hermosos ojos azules caían lágrimas de miedo, dolor y de rabia. Aquellos hombres se habían llevado a su madre.

De repente escucho un ruido, detuvo su llanto para escuchar mejor, era el sonido de una persona pisando una rama. Alarmado, se levantó con prisa y se ocultó detrás de un árbol, probablemente uno de los nazis que se llevaron a su mamá lo siguió hasta aquí.

Siguió escuchando el mismo ruido, cada vez más cerca de su posición, hasta que esa persona se detuvo. Contuvo la respiración por miedo a que lo encontrasen. El silencio era agobiante, no se escuchaba nada, ni siquiera el característico sonido de los grillos.

-Este es el comienzo de una nueva vida mi querido Damien.- Le susurró una voz desconocida -Desde ahora serás un depredador, nunca morirás ni envejecerás.- Siguió susurrando aquella voz, no sabía de donde provenía aquel dulce susurro.

-Desde ahora serás un vampiro.- Damien no pudo responder debido a un punzante dolor en su cuello.

Todo pasó tan rápido, aquél hombre que le había susurrado esas tentadoras palabras ahora mordiendo su cuello. Sentía sus ojos cerrarse, iba a morir, el hombre lo soltó a Damien se dejó caer al suelo, inconsciente, aún seguía vivo, pero no como humano.

Desde ese momento su vida cambió por completo...

Unpredictable ×Gay×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora