Leaving

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Habías estado fuera de la escuela durante dos días. Habías estado en casa, recostada. No siempre podías hacer frente a la depresión, pero te sentías muy mal. Absolutamente horrible.

Por lo general, te ocupas de los problemas e inseguridades de una vieja muchacha de diecisiete año de autoestimas comunes, pero nunca te habías sentido tan horrible. Ni siquiera estabas deprimida por sí misma. Principalmente sólo tu vida.

Una gran cantidad de tus amigos había venido a verte, pero habías dado a tu madre instrucciones estrictas de no dejar que nadie más en la casa. Tu novio Stiles había llegado por dos veces al día durante los últimos dos días. Le pediría a mi madre que le deje en el interior. Se preguntaba por cómo se sintió y si había dormido algo. Se preocupaba por tanto. Estaba perdido sin tu habitual sonrisa. Sentado en la clase ver a tu asiento vacío frente a él tenía el alma destruida al saber que estabas en casa llorando.

Hoy en día te sentías peor que los últimos días. Lo peor es que no tenías más lágrimas. Habías llorado tanto en los últimos días que las lágrimas no paraban. Era como si estuvieras gritando. Nadie le oyó. Te dejaron sola con tus propios pensamientos. Los días eran tanto tiempo. Tu simplemente mirando al techo, dormida, o lloraste. No has tocado el teléfono en días. Simplemente se sentó en tu mesita de noche, que se burlaba. Se ha apagado por completo durante las últimas setenta y dos horas. No se puede imaginar la cantidad de llamadas y mensajes de texto que espera de ella.

Habías oído el timbre por tercera vez en el día. Esta vez ni siquiera te molestaste en mirar para ver quién era. Sabias que serían Stiles o Lydia. Probablemente Stiles. Al igual que todas las otras veces que alguien ha llegado a comprobar en ella, entonces supone que tu madre estaría allí para abrir la puerta y la amabilidad de espantar a la persona lejos, pero esta vez tu madre estaba trabajando. Después de quedarse en casa durante dos días que tu madre tuvo que ir a trabajar en algún momento, a pesar de que esta vez se sentía peor.

Ya has oído una llave girando en la cerradura. Sólo dos de tus amigos tienen una llave de tu casa; Stiles y Lydia. Una vez que escuchó el ruido de golpes de zapatillas en el piso de madera sabías que no era Lydia. Se podía escuchar a Stiles acercarse en las escaleras. Sus zapatillas hicieron ruido mientras subía las escaleras, tomando dos a la vez. Una vez que llegó a tu habitación, se detuvo. Sabias que estaba escuchando, tratando de escuchar si se estuvieras moviendo, llorando. Llamó a la puerta que estaba cerrada con llave.

"Cariño?", Se preguntó con suerte. "¿Puedo entrar?"

No contestaste.

"Por favor______, dajame entrar", dijo.

Una vez más no hay respuesta.

"Sólo necesito oír tu voz________. Me estoy volviendo loco " Declaró.

No podías encontrar el poder para responder. Era como si la voz ni siquiera funcionara. Todo lo que quería hacer era la respuesta. Sólo hablar con él.

Ya has oído deslizando hacia abajo con la espalda en tu puerta. Te sentías horrible al saber que eras la causa de su dolor.

Te sentaste en el borde de tu cama. Con los pies en el suelo. Te decidiste a levantarte y caminaste a tu escritorio y cogiste un trozo de papel y un bolígrafo. A continuación, te sentaste en el suelo, boca arriba empujado contra la parte posterior de la puerta. Escribiendo en la hoja de papel.

Hola

Deslizaste el papel por debajo de la puerta.

Ya has oído lo escrito en el papel. Probablemente estaba sorprendido de que siquiera comunicarte con él. No había visto u oído de ti en días. El trozo de papel a continuación, se desliza suavemente por debajo de la puerta una vez más.

Imaginas de Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora