Esa noche sentado en su cama, Taekwoon seguía sin creerse del todo lo que había pasado.
Tras aquel inesperado reencuentro, Sanghyuk había dejado la muda que consistía en una sudadera del refugio y una toalla junto al lavabo y había huido sin decir una palabra más, llevándose consigo las chorreantes prendas de Taekwoon, presumiblemente para ponerlas a lavar y no para hacerles un ritual satánico y echarle mal de ojo.
Taekwoon suspiró, mirando la sudadera que llevaba puesta. El logo del refugio, siluetas de distintos animales en blanco, se recortaban sobre la tela gris. Le estaba un poco ancha pero le sentaba bien, o todo lo bien que ese tipo de ropa le podía sentar, según él. Unos golpes en la puerta lo sacaron de su ensoñación.
- Pase -dijo con voz suave.
La puerta se abrió, revelando a Sanghyuk tras ella. Taekwoon no podía evitar pensar lo bien que le habían sentado aquellos años al menor. Estaba más guapo, había madurado y podía ver que en su cara ya no estaban aquellas redondeces que indicaban su juventud, estas habían sido sustituidas por rasgos definidos y atractivos. Había perdido también aquel pelo rubio que tan sólo añadía más inocencia al conjunto, sustituyéndolo por un tono oscuro que bien podría ser su tono natural. Todo en Sanghyuk gritaba cambio, tanto que hasta su voz, aunque conocida, no dejaba de tener un deje distinto para él, como si no fuera el chico que una vez conoció.
- Te traigo tu ropa -le dijo simplemente, su voz recorriendo a Taekwoon de arriba abajo.
- Gracias -le respondió de igual manera, cogiendo sus prendas limpias y dobladas de las manos del voluntario y rozando sus dedos con los contrarios sin querer, provocando que un cosquilleo recorriera sus dedos. Sanghyuk le hizo entonces un gesto con la cabeza, como despidiéndose-. Espera, Sanghyuk.
Sanghyuk se quedó helado en el sitio, mirándolo como si realmente estuviera sorprendido de que lo recordara o recordara su nombre, y eso le dolió. Taekwoon se levantó de la cama, la camisa y el jersey aún en sus manos.
- Estás... te veo bien -comenzó dubitativo-. Después de todo este tiempo.
- Gracias -le respondió algo seco. No podía reprochárselo, al fin y al cabo, lo había ignorado durante meses antes de que el chico terminara por romper el contacto.
- Gracias por lavar la ropa -lo intentó de nuevo.
- No la lavé personalmente, la lavadora se encarga de eso.
- Oh -Taekwoon se quedó sin palabras y realmente quería hablar con él, que le contestara, no quería que saliera por la puerta sin volver a ver aquella sonrisa que tanto había echado de menos.
- Taek... Profesor Jung -se corrigió a mitad de frase, pero Taekwoon lo interrumpió.
- No me llames así -'no tú', pensó-. Sé que me lo merezco después de todo pero... Por favor.
Sanghyuk lo juzgó un poco con la mirada, evaluándolo, pero finalmente pareció ablandarse y accedió silenciosamente a lo que le pedía.
- Taekwoon -empezó de nuevo-. Yo... no sabía que ibas a estar aquí. Hakyeon hyung me dijo que aunque era tu escuela, tú no vendrías.
Definitivamente iba a matar a Cha Hakyeon.
- Son los alumnos de mi clase, habría sido un despropósito que no viniera en persona a cuidarlos -dijo con voz suave. Sanghyuk bufó ligeramente y se pasó las manos por el pelo, haciéndose ver guapo y sexy y haciendo que Taekwoon maldijera internamente-. Sanghyuk, no quiero que mis alumnos se vean afectados por que yo fuera un imbécil hace unos años... -el menor alzó las cejas, ligeramente sorprendido por su elección de palabras-. Quiero que disfruten del campamento.
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Suerte (Luck/LeoHyuk)
FanfictionJung Taekwoon es un profesor de primaria con pocos amigos al que le aterra la posibilidad de encontrarse con Han Sanghyuk, el chico del que estuvo y sigue enamorado, en el transcurso de un mini campamento en un refugio de mascotas con sus alumnos.