The Evolett Murders

1. Black & White.

“Corría y corría, pero no podía hacer nada, el pasillo estaba lleno de una repugnante sustancia pegajosa de color rojizo, no sabia que hacer, mi cuerpo no me respondía con normalidad, que me pasaba?, al final lograba ver la salida, el contorno de una puerta color oscuro era lo que divisaba al final del pasillo, pero….unas enormes manos llenas de la misma sustancia pegajosa adherida al pared me tomaban de todas partes del cuerpo, con tanta fuerza que no podía moverme…fue hasta que una gota de la sustancia oscura cayo sobre mis labios, que comprendí que era sangre, no se podía confundir aquel sabor a hierro oxidado de la sangre…y a si grite con todas mis fuerzas, no por miedo, si no por impotencia de no poder hacer nada.”

Candy Rutherford, despertó repente en plena madrugada, sus ojos lograron divisar que no estaba en su cama, si no que se había quedado dormida sobre su escritorio, con la laptop prendida enfrente de ella, y en la pantalla se mostraba un nuevo documento de apuntes abierto con y encima de la nueva pagina estaba escrito con unas bonitas letras estilizadas “Capitulo 1”, pero debajo, el blanco del vacío llenaba toda la pagina, y a si se sentía ella, vacía de ideas, miro su reloj de mano, y se sorprendió al ver que ya eran las 3 de la mañana, suspiro y cerro su laptop sin pensarlo dos veces, estaba demasiado cansada y su cabeza le punzaba por todo lo que pensaba, se puso sus pijamas rápidamente y se miro en el espejo, su cabello pelirrojo no tenia ninguna forma, estaba desalineado y despeinado, sus ojos de color azul se veían cansados, entonces noto que al lado del espejo de su habitación en el que se admiraba, estaba colgado su vestido de cóctel para la fiesta de mañana; el vestido era de un color dorado opaco y venia acompañado de sus elegantes guantes negros, muy a las que las actrices utilizaban en las películas clásicas, sonrío y se tiro sobre su cama, mientras miraba el techo de su habitación, su mente viajo a muchas fantasías que tenia en la cabeza, era lo que le gustaba de estar despierta en la madrugada, había tanta paz, y tan poco ruido, que su mente se dejaba llevar por la privacidad del ambiente y se imaginaba escenarios en los que tal vez nunca se encontraría en su vida, pero en ese momento en lugar de fantasear se le vino ala mente lo emocionada que estaba por la gran fiesta de su mejor amigo, Albert, eran muy unidos desde que Candy tenia memoria y en lugar de tenerse sentimientos amorosos como novia-novio, los dos siempre se habían visto como hermana-hermano, y por eso sabia que tal vez ni Albert estaría durmiendo ha esta hora por la emoción de la fiesta, cerro lentamente sus ojos y dejo que el sueño la venciera.

- Candy!, Candy!- la chica abrió los ojos al reconocer la voz.

Y enfrente de ella estaba su compañera de apartamento, Valerie Lawrence, quien al parecer ya estaba lista para la fiesta, ya estaba vestida con su vestido corto de estampado de puntitos blancos, y su cabello estaba estilizado y ondulado hacia atrás.

- Candy, mujer, ya son las 2 de la tarde!, cuando piensas levantarte?, y además cuando vas a limpiar tu cuarto?- Valerie era una adicta ala limpieza, lo contrario a Candy.

- Pronto lo prometo..ugh, puedo dormir mas?- refunfuño.

- Claro, si quieres irte sola ala mansión, Brent ya viene con los demás ha recogernos – sonríe sarcásticamente, y esa una de las razones por las cuales a veces Candy odia a Valerie.

- Ira Roger? – Candy deja salir algo fastidiada.

- Amg, no estoy autorizada para sacar esa información- rápidamente Valerie se sale de responder la pregunta, típico.

Candy se levanta de mala gana para arreglarse, sabe que algo pasara pero antes la tentación la mata y voltea hacia Valerie.

- Ira Sonya? – deja salir la pelirroja con una cara de los mil demonios, esperando, vamos, incluso rezando al cielo que la perra de las mas perras no asista ala fiesta.