Prólogo

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-¡Apresúrate!, ¡llegaremos tarde!- dijo mi hermana algo agitada y a punto de arrancarse los cabellos de desesperación, yo la miré, algo adormilada y con mi cabello despeinado, y luego me di cuenta de que si, efectivamente, como siempre, llegaría tarde el primer día de escuela, pero no era un día cualquiera, era mi primer día en bachilleratos, y el día en que mi vida cambiaría para siempre. Estaba nerviosa, pues no sabía si alguno de mis amigos de secundaria iría en la misma escuela conmigo, así que no conocía prácticamente a nadie, creía que iba a estar sola sin nadie con quién hablar.
Al final, Y casi de milagro, llegué justo cuando dieron el toque de entrada, sólo vi las listas de grupos, me encontré rápido dentro de la lista grupal de 1° D, y pasé a mi salón, donde el profesor, y todos mis nuevos compañeros estaban ya adentro.
Cuando estaba entrando el profesor me dijo:
-apúrate a entrar, técnicamente llegaste tarde, pero por ser el primer día no se te pondrá retraso-, Y yo, como excusa, contesté:
–Si profesor, es que había demasiado tráfico-, entonces pasé Y tomé un lugar, al parecer nadie de los que iban en secundaria conmigo quedó en el salón, así que me senté en un lugar no tan lejos del frente para poder escuchar a los profesores, pero tampoco tan cerca como para que el profesor me eligiera para responder una pregunta, sobre todo con "dedocracia", un método que, según mi experiencia, todos los profesores lo utilizan cuando nadie quiere contestar; y consiste en cerrar los ojos y señalar un lugar aleatorio.
Al lado de mi se sentó una chica, y, como nunca había estado en una escuela de ese estilo, estilo La Salle, tenía muchas dudas; más adelante, después de pasar lista y decir como 20 mil veces nuestro nombre en cada clase, me habló para preguntar algunos aspectos de allí, descubrí que era muy agradable, así que se volvió mi amiga. Como siempre, estaba la típica presumida hija de papi, que llegó tarde Y no le dijeron nada solo porque su papá era un rico empresario que donó a la escuela, Y que encima me peleó el lugar, diciendo que ese lugar estaba "apartado para ella", Y al lado se sentaría su "amiga-secretaria" (En realidad era porque tuvo la misma idea sobre el lugar), estaba al punto de decirle sus "verdades", pero el chico que estaba sentado detrás de mí me dijo:
-Tranquilízate, sólo lo quiere llamar la atención-
-¡te escuché!, ¿Quién te crees que eres?- contestó ella, pero él le respondió:
-Adivinaré, tú eres la hija de Henry Mills, eres "rica", tu papá donó a la escuela, es dueño de la compañía con más poder en el mundo... Pero adivina qué, aquí a nadie le importa, niña mimada, esta es una escuela en la que todos quieren vivir con justicia, así que ve y búscate otro lugar-, al oír eso me tranquilicé, y me quedé pensando en la canción de turn down for what, luego le respondí:
-Gracias, no sabes lo que le hubiese hecho a esa... Me caes bien, ¿cómo te llamas?-
-Jonathan-, me respondió él, -Eso fue el típico caso de la niña presumida que se cree dueña de la escuela. Y tú ¿como te llamas?- me preguntó
-Leslie- le respondí.

(Horas más tarde)
Durante el receso hice mi primer grupo de amigos, junté a la chica, que por cierto se llamaba Sam, Y a Jonathan; platicamos, con ella me llevaba bien, pero con él me llevaba pesado, porque así soy yo, un poco de llevarme pesado, y un poco de buena persona; aún así decidió seguir siendo mi amigo.

(Unas muy largas horas después)
Salimos de la escuela, mi mamá nos pasó a buscar a mí Y a mi hermano, al llegar a casa dejé mi mochila por ahí tirada, porque tenía mucha hambre, me senté a comer, y acabando de comer le dije a mi mamá que iría a mi cuarto, pero me ignoró, al subir, y entrar a mi cuarto vi sobre mi cama una caja negra con grabados bastante misteriosa...

Miraculous: Las aventuras de Bat-lesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora