Capítulo 20: Un misterio fugaz.

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–Marinette– dijo Leslie a la mañana siguiente –Tengo una situación difícil de describir–.
–¿Y qué es?– preguntó Marinette.
–Bueno, básicamente un homicida se obsesionó conmigo y ahora mata a mi nombre, por lo que una detective de homicidios quiere mi ayuda para atraparlo. Supongo que como carnada– dijo Leslie tan tranquilamente, a lo cuál Marinette sólo se quedó boquiabierta.
–aamm... No sé qué decirte, nunca e estado en una situación como esa. Yo diría que sí, después de todo somos héroes ¿No?, Estamos para detener el mal– dijo Marinette.
–Entonces ayudaré– dijo Leslie
–Y yo ire, para ayudarte por si algo sale mal– dijo Marinette.

(Más tarde)
–Bien, sigue revisando la evidencia, yo tengo que esperar a bat-les afuera– dijo la detective.
–Claro detective– dijo un policía.
La detective llevaba unos minutos afuera esperando a que apareciera bat-les
–¿Dónde estás?, ¿Dónde estás?– se dijo a sí misma.
–Ya estoy aquí– dijo detrás de la detective sin que ella se diera cuenta.
–Uh, ah vaya, ¿Te han dicho que tienes similitudes con Batman?– dijo la detective después del susto.
–Si, si, en realidad sí. Traje ayuda, por si la cosa se complica, espero que no importe– dijo bat-les y ladybug saltó de un edificio.
–Un gusto conocerla, detective– dijo ladybug estrechando la mano de la detective.
–Bueno... Síganme– dijo la detective entrando en la estación de policía.
–Espero que no les afecte ver sangre– dijo la detective mientras caminaban por un largo pasillo.
–Pues... Generalmente no la vemos, pues nadie sale así de lastimado, pero creo que podría aguantar ver un poco de san...– dijo ladybug, pero casi se desmaya al ver las fotos del cuerpo.
–Aammmm... ¿Saben qué?, Yo en realidad sólo vine de apoyo, así que si lo necesitan, llámenme– dijo y se fue.
–Si... En realidad no está muy acostumbrada– dijo bat-les –Por eso procuro no mancharme con jalea en las mañanas– dijo casi riendo.
–Bien... Esto es lo que tenemos, un cuerpo, y un mensaje escrito con sangre, ¿Algo que puedas  notar?– dijo la detective señalando las fotos.
–Bien, a ver... Mmm... "Para la superheroína de la noche". Es... perturbador... Sin embargo no parece ser sangre, tiene un tono distinto– dijo bat-les.
–El análisis aún no llega, es lo que tenemos por ahora– dijo la detective.
–¿Podríamos ir a la escena del crimen?– dijo bat-les
–Claro, supongo que no habrá problema– dijo la detective.

(Más adelante, en el auto de la detective)
Un silencio invadía el auto mientras iban hacia la escena del crimen, era un poco incómodo, así que bat-les decidió tomar iniciativa
–París es muy hermosa en esta época del año–.
–Si, lo es– dijo la detective en un tono neutro, son desviar la mirada del camino a través de sus lentes oscuros.
–¿Porqué es tan seria?– dijo bat-les.
–¿Disculpa?– dijo la detective.
–Si, desde el callejón no ha quitado su cara de amargada– dijo bat-les.
–Por favor basta, ¿Crees que por tener poderes puedes andar por ahí diciéndole sus verdades a la gente?– dijo la detective.
–Yo no soy superior a nadie, sólo una persona con fines decidida a ayudar, incluso a usted, debería sonreír de vez en cuando ¿Porqué no lo intenta?– dijo bat-les.
–No es de tu incumbencia, niña, y ahora si puedes mantente en silencio durante el resto del camino– dijo la detective, y bat-les frunció el seño, cruzó los brazos y miró hacia la ventana, con cierto tono de indignación.

(En la escena del crimen)
–Bien, espero que no te desmanes también– dijo la detective pasando a la escena junto con bat-les.
–mmm... A ver...– dijo observándolo todo.
–¿Revisaron los pasillos de arriba?– preguntó bat-les.
–Claro que sí, somos profesionales– dijo la detective.
–volaré hasta ellos, a ver si encuentro indicios de algo– dijo bat-les y sacó su patineta.
Una vez arriba sacó un escáner de su cinturón mágico, y apuntando hacia el suelo halló marcas de pisadas que iban al lado contrario d ellas de la policía.
–¡Encontré algo!– gritó bat-les.
–¿Ah sí?, Pues no lo pierdas, enseguida voy– contestó la detective.
Bat-les siguió las huellas hasta el estacionamiento, donde eran reemplazadas por huellas de neumáticos.
–¿Y bien?– preguntó la detective llegando con bat-les.
–Según esto el asesino se fue en una camioneta Mercedes Benz modelo 184-04, ¿Tienen video de cámaras que pudieran haberlo visto?– preguntó bat-les.
–Claro que sí, en la comisaría podemos verlos– dijo la detective.
–Pues no perdamos el tiempo– dijo bat-les.

(En la comisaría)
–Bien, veamos a dónde fue nuestro homicida misterioso– dijo la detective abriendo las grabaciones de las cámaras.
–bat-les, detective maestra– dijo bat-les por detrás haciendo la figura de runa pistola con sus dedos.
–¿Quieres por favor dejar de hacer tonterías?– dijo la detective.
–Lo siento– dijo bat-les.
–A mí me parece que se divierte, no como los que trabajan aquí– dijo un policía que iba pasando por ahí.
–awww, gracias– dijo bat-les.
–Ya está, ahora, ven– dijo la detective comenzando la cinta.
Vieron la cinta. Siguieron la camioneta por las cámaras hasta un túnel, del cuál no salió.
–Espera un momento, ¿A dónde se fue? Desapareció, nunca salió del túnel– dijo la detective extrañada.
–Oh, creo que lo sé– dijo bat-les optimista. –Lo ví una vez en una película...–.
–...Por favor, no más tonterías– dijo la detective interrumpiendo a bat-les.
–¡Pero podría funcionar!, Mira, ahí decían que si quisiese evitar que los siguieran con cargamento ilegal, saldrían por un túnel de mantenimiento, por lo que debe estar...– dijo bat-les a la vez que cambiaba las cámaras. –¡Aquí!– dijo encontrando la cámara correcta.
–Vaya... Bien hecho– dijo la detective. Ese camino sólo nos lleva a un lugar...–

(Más tarde)
–Una antigua fábrica de algodón de azúcar, típico– dijo la detective.
–uuuh, tétrico– dijo bat-les.
Entraron con cuidado a la fábrica, la detective apuntando su arma y bat-les con la mano en el cinturón mágico, lista para sacar cualquier cosa con la que defenderse. Más adelante salieron a una zona de la fábrica vasta te abierta
–Sabía que vendrían por mi, pero ¿bat-les en persona?, ¡Que emoción!– dijo la villana, a la vez que salía una pantalla del suelo.
–¡Hey!, ¿Porqué asesinaste en mi nombre?– dijo bat-les.
–¡Porque eres grandiosa!, Que mejor forma de demostrarle a alguien que es grandioso que dejando un cuerpo inherte a media calle con una nota escrita– dijo y rió exagerada y tétricamente, como psicópata.
–¡Estás loca!– gritó bat-les.
–No estoy loca, sólo estoy demente lástima que tendrás que morir, ¡No debiste involucrarte!, Por lo menos podré decir que moriste por mí, jaja, por cierto, no intenten escapar, lo hice a prueba de tus poderes y otras cosas por dentro, y además tengo un inhibidor de señal para que no puedan llamar a nadie. Diría que será una muerte rápida, pero no es así. ¡Chaítoo!– dijo, la pantalla se apagó y el lugar comenzó a inundarse.
–¿Qué?, ¡No!– dijo bat-les.
–¡Rápido!, ¡Busca una forma de salir!– dijo la detective.
Ninguna salida encontraron, el fin aparentemente se acercaba para ambas, pues apenas les quedaba espacio para que respiraran.
–Lo... Lo siento, niña– dijo la detective. –Perdón por haber sido tan dura... No soy yo... Hace unos años tuve un compañero, llegamos a ser más que eso, siempre me dijo lo que era... Pero yo, nunca le creí, y cuando lo descubrí por mí misma, me asusté tanto que decidí venir a París para escapar... Tuve que haberme quedado... Tuve que haberme quedado– dijo la detective rompiendo el llanto en el acto.
–Todos cometemos errores, pero aún puedes arreglarlo, si salimos de esta– dijo bat-les, justo en ese momento el agua subió al máximo, las dos se hundieron aguantando el aire. En eso, una voz se oyó, una voz que para ellas representaría el alivio, una voz salvadora "¡Cataclismo!", Decía esta. Efectivamente, eran chat noir y los demás héroes, los cuales, usando el poder de chat, habían logrado liberar a bat-les y la detective Decker.
–¿Están bien?– preguntó ladybug.
–Si, estamos bien– contestó bat-les mirando a ladybug.
–Si si, bien– dijo la detective.
–¿Entonces que pasará con el caso?– preguntó bat-les.
–Lo dejaré– dijo la detective.
–¿¡Qué!?– dijieron todos al unísono.
–¡Pero esa asesina sigue suelta!– dijo bat-les?
–Lo sé, pero... Debo regresar a los ángeles por un asunto personal, además, tengo su cara grabada, y la policía de aquí es buena– dijo la detective.
–¿De dónde sacó eso?– susurró chat al oído de Lockwolf.
–Bueno, Ahora todos vayamos a casa, creo que ha sido suficiente por hoy– dijo la detective. –ah, y gracias, bat-les–.
–No hay de qué– dijo bat-les, hizo una pequeña y ligera reverencia y se fue en su patineta.

(Más tarde)
–Leslie... Esto sonará raro, pero... ¿Podrías ayudarme a decirle a Adrien?– dijo Marinette.
–Vaya, por fin...– dijo Leslie sarcásticamente.
–¿Cómo que "por fin"?– dijo Marinette.
–Bueno, si bien habías pedido ayuda antes a los demás, jamás se la pediste a una experta– dijo Leslie exaltándose e idolatrándose. –Escucha, lo que debes hacer es...–
(Imagen de final con música de fondo y créditos)

Miraculous: Las aventuras de Bat-lesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora