Cap. 1 |Plan de estudio|

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El timbre acaba de sonar. Olive se encuentra en su pupitre sintiendo frustrada consigo misma. No sabe por qué las clases de matemáticas se les da tan mal. Cada vez que se sienta en clase y escucha al profesor explicar sobre cada una de las operaciones de trigometría su mente se bloquea. ¡Es frustrante no entender ni pipa! Es verdad que es una de las chicas guapas y delgadas con un cuerpo esbelto del instituto, pero eso no significa que deba ser tonta. Se le daba bien el inglés, el dibujo, la literatura, la escritura, historia, filosofía... pero no las mates.
Ella quiere estudiar ciencias jurídicas, es decir, es de letras, y no de ciencias. Las matemáticas difíciles, física y química... todo eso lo estudian los chicos de ciencias, que para eso eligieron ese camino.

Está en segundo de bachillerato, en el último año del instituto y pronto entrará a la universidad. Si no aprueba todas las asignaturas, no podrá hacer la prueba de acceso a la universidad. No puede permitir que eso pase. Olive no quiere perder un año entero estudiando de nuevo, la vida es corta cuando no se aprovecha. No podrá sacar el carnét de conducir junto a sus amigas, ni podrá ir a la playa este verano, y tampoco podrá conocer nuevos chicos de su edad, entrará un año después que todos los demás si no aprueba el curso. Sea como sea tiene que entrar a la universidad este mismo año.

Olive recoge sus libros y se los guarda en su mochila. De su camino hacia las taquillas piensa en todas las posibilidades que tiene para aprobar matemáticas.

Pero se detiene cuando ve a Mike Jonson, jugador del fútbol americano apoyado en su taquilla. Fuerza una sonrisa nerviosa mientras le saluda. La verdad es que no le gusta mucho la atención de los deportistas populares del instituto. Son muchas miradas y atención de todos.

La sonríe de vuelta y se acerca a ella, tan cerca que Olive llega a oler su fuerte perfume.

–Buenos días, Olive –sonríe sensualmente.

–Buenos días, Mike –saluda de vuelta por educación y mantiene su sonrisa para no hacer obvio su lejanía.

Al parecer, Mike piensa tener o pretende tener algo con ella. Es algo que a Olive le incomoda de los chicos. Ella es popular también, pero no entiende por qué a todas las chicas populares por narices les tienen que gustar los tipos que son populares y musculosos también. También le parece absurdo la broma de sus amigas cuando decían "Olive, eres una monja anticuada si piensas perder tu virgnidad en la noche de tu boda".

No, no esperaba perder su virgnidad en la boda. Pero tampoco es necesario tener sexo con el primero que se le encuentra por delante con una cara bonita, que es lo que hacen todo el mundo. Para ella, ser capaz tener sexo es cuando alguien le excita pero de todas formas posibles, que incluyen los sentimientos. Estos chicos no tienen nada más que sexo en sus cabezas, igual que las otras pijas que no tienen más que chicos y maquillajes en sus mentes.

–¿Te vienes conmigo a la cafetería? –dice Mike poniéndole un mechón de pelo tras la oreja.

–Mmm... Necesito hablar con el profe de mates después, he traido bocadillo de todas formas –dice de la forma más natural posible.

Mike hace un gesto con la boca y asiente sonriendo.

–Vale, pero vendrás otro día aunque te lleve en hombros.

Olive asiente riendo y él se acerca para darle un beso en la comisura de sus labios.

–Te veo después –susurra.

Olive suspira tranquilamente cuando Mike se gira para irse. Abre la taquilla con un lío en su cabeza. No sabe qué hacer con las clases y tampoco con los chicos.

Cuando sus amigas y ella se encuentran en la hora de descanso, Olive aprovecha para desahogar sus problemas.

–No entiendo cómo narices no soy capaz de entender los números. Así que, ¿es verdad que las rubias somos tontas por naturaleza?

Myriam rueda los ojos.

–Oli, el hecho de que no se te de bien los números no significa que seas tonta. Ya tenemos suficiente con que los de ciencias nos llamen "letrasados".

Todas ponen los ojos en blanco, incluida Olive. Los de ciencias siempre piensan que son los más listos estudiando números, y los de letras y humanidades solo se dedican a memorizar textos.
Llaman a estos "letrasados" Letras+restrasados. Muy original.
Desde luego tienen mucha imaginación.

–Yo les llamo "deficiencias" –dice Less.

Todas se ríen por estos estúpidos apodos. Siempre hay un espacio de rencor entre las dos clases.

–Puedes contratar a un profesor para que te ayude.

–Mi padre es muy estricto conmigo, toda mi familia son unos maquinas con los números, mi padre ya está muy enfadado conmigo por no meterme en ciencias, me considerará tonta por no saber hacer matemáticas sola, y si luego no apruebo habré malgastado el dinero.

–Ya, el señor Clarsson siempre tan encantador –dice Myriam con sarcasmo.

–Sigue siendo mi padre –suspira Olive.

–Tiene que haber alguna forma, hay como... sesenta alumnos en total de nuestro curso, alguien te puede ayudar. Pero ya sabes que a todos nosotros se nos da de culo los números. Por algo estamos en letras.

Ahí está el problema. ¿Por qué tienen que dar matemáticas ellos? Está bien que las mates sean esenciales para la vida. Pero de qué sirve la trigonometría, álgebra, las ecuaciones, la regla de Ruffini si no van a hacer ninguna carrera de ingienería. ¿Algún día irán al supermercado y harán una regla de Ruffini sobre las bolsas que van a comprar? Con tal de saber sumar, restar, dividir, multiplicar y la regla de tres para hallar los descuentos y las rebajas es suficiente.

–A no ser que... –titubea Less y se calla.

–¿A no ser que qué? –dice Olive.

–Nada.

–Dilo.

–No, nada...

–Ibas a decir algo.

–En serio, no es buena idea.

–¡Less! ¿No ves lo desesperada que estoy? ¡Vosotras podéis tener profesores particulares pero yo no! Necesito buscarme la vida yo solita.

–Quería decir, ¿por qué no buscas a uno de ciencias? No sé... es una ayuda.

–¿Y tú crees que la ayudarán? –resopla Myriam.

–Yo que sé, pero Olive está desesperada. Y en momentos desesperados se requieren medidas extremas. No estamos en posición de elegir. Si Olive puede tragar su orgullo y aguantarlo durante seis meses o así, tendrá su recompensa.

La idea no estaba mal. Olive lo encuentra bastante razonable. No estaba em posición de elegir. Le quedan dos caminos; morir suspendiendo o morir en manos de su padre.

–¿Tragar el orgullo? ¡Vamos a alimentar sus egos! Con más razón nos llamarán Letrasadas, presumirán de su inteligencia una y otra vez, verás –bufa Myriam.

–Por eso hay que buscar a un tipo que sepa cerrar la boca.

–Já, como que en esa clase hubieran tipos humildes.

–Podemos investigar sobre ellos y elegir a quién queremos para ser profe de Oli y hacer que acepte. ¿Qué me dices, Oli?

–Me parece una buena idea, Less. Lo haremos así.

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Doble cara (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora