El chico miraba el reloj. Marcaba las 22:47. Faltaban menos de dos horas, pero a JungKook ya le podían los nervios. Hacía un par de días que se había visto con Sara, pero a penas hablaron de su cumpleaños. Ya que JungKook quería hacerse el desinteresado para después sorprenderle aún más. Pero realmente llevaba casi todo el mes pasado e incluso desde antes contando los días para el cumpleaños de la persona a la que más quería. Sin darse cuenta, pensando en ella, eran las 23:50. Se había puesto una alarma para que no se le pasase la hora. No quería dejar ni al segundero moverse un milímetro hasta desearle un feliz cumpleaños a su chica. Cuando el reloj marcó las 23:59, pegó el texto. Y a las 00:00 lo envió.
Al principio del mensaje, Sara se asustó, y su corazón paró. Pero a medida que leía su sonrisa se ensanchaba. JungKook no pudo ver su sonrisa, pero durmió con una muy amplia pensando en ella.
El reloj sonó de nuevo a las 9:00. Lo primero que hizo, fue desearle buenos días a la castaña.
› ¡Buenos días, bonita!
Una vez hecho eso, se puso su sudadera negra y se dirigió a casa de la muchacha.
› Hey, baja.
Al no recibir respuesta, el muchacho intentó otra cosa.
› VAGA, DESPIERTA~
› Sé que tienes un humor de perros cuando te levantas, pero no me ignores T_T
› Oh hablando de perros, mira lo que tengo...
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› ¿Bajarás ahora? ^^
Al enviar tantos mensajes, supo que se daría cuenta y los leería. Y una vez viese la foto, bajaría como una bala.
‹ what
‹ ¿Me explicas de dónde ha salido esa cosita tan mona?