The Lucky One (Niall Horan) Corrigiendo

Capítulo 15: Siempre hay una primera vez para todo.

(Narra Niall)

- Vamos soldado, hora de irse a la cama.- Dije acariciando su cabecita.

- No!

- Si.- Dijo Sam.- Vamos.- Lo cogió en brazos.

- Yo quiero que Niall me cuente una de sus aventuras

- Esta bien.- Sam me lo pasó y subí las escaleras con el.

Lo acosté en la cama y lo arrope.

- Que me vas a contar esta noche?

- Te voy a contar, una historia.- Dije sentandome en a su lado.

David me dejo hueco, apoye mi espalda en la pared y él apoyo su cabeza sobre mi pierna.

Le acaricie la mejilla.

- De que va?

- Se marineros

- Cuentamela!

Reí y empece el relato.

- Jonh, era un niño de 12 años que vivía en el tiempo donde se estaba descubriendo nuevos territorios por todo el mundo. Pero, el día que vio aquel barco de vela, pensó que era el más grande de Inglaterra, puede que de toda Europa. Sus enormes velas parecían grandes nubes cuando el viento soplaba y su mástil era mas alto que... que..

- Una montaña?

- Si...- Me quede pensando.- Mas grande que una montaña. De madera de roble y de pino estaba construido. Dividido en tres plantas. El capitán... Derek de Montalvo estuvo buscando tripulación durante meses para su gran espedición hacia en busca de un mundo nuevo.

- Descubriría América?.- Dijo levantando su cabecita mirandome.

- Puede...

- Sigue.- Volvio a recostar su cabeza.

Reí levemente.

- Su viaje era peligroso... Debía pasar por el gran océano misterioso, que estaba repleto de monstrous marinos y sirenas

Mire hacia David, y ya tenía los ojos cerrados.

- Jonh, recuerda perfectamente la ida del barco, mujeres se despedían de sus maridos, y niños recorriendo todo el muelle para hacer alguna travesura... El barco zarpó y con el, millones de deseos de encontrar algun nuevo territorio.

Mire a David, y dormía placidamente.

Con cuidado me levante sin despertarle. Le volví a arroparle y salí de la habitación. Cerré un poco la puerta sin cerrarla del todo y baje las escaleras.

(Narra Samantha)

Después de recoger la cocina y lavar los platos, me senté en el sofá con una taza de chocolate.

Me moría de frio. Observaba el fuego de la chimenea y de vez en cuando el árbol.

No paraba de darle vueltas al asunto de Diana.

*Horas Antes*

Diana me miraba nerviosa.

Deje de hacer la cama de David y me crucé de brazos.

- Esta bien, si es tan importante, dilo ya.

- Es que... No es tan fácil.- Ella agacho su cabeza.

Suspire.

- No te pongas asi, esto es muy serio!

- Pues dilo!

- Creoqueestoyembarazada.- Lo dijo tan rápido que no me enteré o más bien, no quise entenderla.