Capítulo 26: La Mudanza y el gran favor.

788 44 0
                                    

(Narra Niall)

Guardaba los últimos libros de mi casa mientras David me observaba.

David: Niall, dice Sam que os vais a casar... Si tenéis hijos yo podré ayudar a cuidarlos?

Yo sonrei al imaginarme a Sam embarazada de un hijo mío.

Yo: Pues claro, pequeño. Serás como el hermano mayor.

El sonrió.

Había pedido a Sam que se casara conmigo hace varios días. Ella había aceptado emocionada y feliz. Nunca la había visto tanto como aquella tarde.

Ya hacía 4 meses que Kelly se había ido. Todos la echamos de menos. Y en principal, Sam. Le había ayudado mucho cuando su madre murió. Sam ha estado sin gamas de nada en estos meses. Casi no ha salido de casa. No me ha dejado que la toque. Desde hace una semana se ve algo más animada con el asunto de la boda. Pero no la quiero presionar.

Ahora recojo la casa que había aquilado para irme a casa de Sam oficialmente.

David: y Niall, tendré que compartir habitación con el Bebé?

Yo: bueno... Depende.

David: depende de que?

Yo: pues si es una niña no es necesario que compartas cuarto.

David: y si es un niño?

Yo; a lo mejor tendrás que compartir.

Cogí la caja llena de libros y caminé hasta llegar a la puerta principal mientras, David me seguía hablando de que pasaría cuando Sam y yo nos casemos.

Guarde la caja en el maletero del coche y me volví.

David miraba un libro, que a lo mejor se me cayó.

Anduve hacia él.

Yo: hey, David.

Él levantó su cabeza.

David: se te había caído. Tenía esto dentro.

Me dio un papel pequeño. Era una foto. Pero no cualquier foto. Sino La foto.

David: Sam te la ha dado?

Me había olvidado por cumpleto de la foto que encontré de Sam. En ella tenía esa preciosa sonrisa que me enamoró.

Yo: pues... Si. Ella me la dio.

David: se parece mucho a la foto que tenía mi papá en su cartera.

Cogí la foto entre sus manos y la guarde en el bolsillo de mis pantalones.

Yo: sigamos guardando cosas.

Lo cogí em brazos y lo coloque sobre mi hombro como si fuera un saco. Él gritaba y me pedía que lo bajará mientras yo reía.

Caminé hacia mi habitación y lo deje cser en el colchón que, ya estaba sin sabanas ni mantas, y le hice cosquillas en su pequeño estómago. Él reía sin parar. Deje que respuesta y me sente a su lado.

Yo: dime David, ahora que estamos solos.

Él asintió sonriendo.

Yo: te gusta alguna chica del cole?

Sus ojos se abrieron de golpe.

David: no. Papá me dijo que era el hombre de la casa y debía cuidar de Sam siempre.

Yo: yo creo que ya no debes sentirte el hombre de la casa.

David: por qué?

Yo: porque yo soy un hombre y tu todavia eres un niño.

The Lucky One (Niall Horan) CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora