Todos experimentamos cambios: nos cambiamos de ropa, nos cortamos el pelo y cambiamos de cepillo de dientes. Otros hacen cambios más radicales, como la ex que te cambió a ti. ¡Asumelo, te cambió! Ya tendríamos que estar acostumbrados a lo inestables de la vida, pero no. A casi todos nos cuesta trabajo, y adaptarse puede llegar a ser tan difícil como salir del baño, mirarte al espejo y ver tus nalgas fofas. En fin. Quiero decirte que los cambios no son tan malos ni tan dramáticos como parecen, porque traen consigo una enseñanza, un crecimiento y..., ¡ñaaa! ¡Sinceramente, apestan! Pero qué le vamos a hacer...
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Chupa el perro
De TodoPrimero que todo, tomémonos un tiempo para apreciar el hecho de que escribí un libro: ¡YUJUUUU! Me duele el trasero de tanto e escribir pero aquí está, al fin en tus manos. ¿Que para qué lo escribí? Puede que estés pasando por un momento difícil, qu...
