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22 de Agosto de 2010

Querida Sam:
Hace unos meses dejé de verte.

Recuerdo que todo comenzó cuando empezaste a desaparecer por días antes del final de semestre. Luego por un par de semanas al comienzo del verano.

Hasta que ya no volviste... y me enteré de que estabas en coma.

Quiero empezar con disculparme por no haber ido a visitarte en todo este tiempo, pero la verdad es que cada vez que lo intentaba sentía que no era correcto, que algo por dentro me impedía ver que en serio estás en otra parte.

Mañana es el primer día de clases, y no estoy tan aterrada como creí que estaría. Creo que se debe a que te estoy escribiendo, lo que casi se siente como si te estuviera enviando un mensaje de texto, el cual sé que te llegara pero no podrás responder por falta de conexión.

¿Sabes? Es una forma excelente de ponerlo, de hecho.

Por eso he decidido comenzar estas cartas. Porque eres lo más cercano que tengo, a quien puedo contarle cosas por las que sé que otros me juzgarían, o no se darían el tiempo de entender. No quiero perder la conexión, Sam.

Como sea, espero que sea donde sea que te encuentres, no me estés observando. Porque estoy bastante segura de que seré un desastre sin ti. Al menos hasta que vaya en busca de los chicos.

Hablando de los chicos; es una lástima que nunca llegaras a conocerlos. En especial a Dan. Pero será lo primero que hagamos cuando estés mejor, te lo prometo.

En serio espero que no me estés observando, no quiero causarte vergüenza ajena.

Te extraño Sam.

Con amor,
Alex.

Cartas a SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora