Capitulo Ocho.
Joseph me observo serio y bufo: —Te veo luego nena- Dijo y me beso la frente.
Luego, se subió a su auto y se marcho, mire a Ross unos segundos, y me sonrió, luego puso una mano en mi espalda y comenzamos a caminar, hasta su auto. Subimos y arranco.
Mire hacía la ventana varios minutos, trate de ignorarlo pero no podía. Es decir, ¡Iba en el auto con Ross! “Maldito en el momento en que acepte”. Ross prendió la radio en una estación de música de los 80’s.
Comenzó una canción súper movida. Y resulto que yo conocía esa canción, ya que mi madre era muy fan de esas canciones cuando era pequeña. Así que crecí escuchándolas.
Comencé a tararear la canción y encontré mi mirada con la de Ross, sonreímos y el hizo voz aguda comenzando a cantar la parte de la mujer, luego comenzó a mover los hombros y me fue inevitable no soltar una carcajada. Lo mire riendo, y el igual mientras no dejaba de cantar. Nos detuvimos en un semáforo rojo y subió el volumen de la canción.
—Basta, deja de hacer esas caras- Carcajee advirtiendo, y Ross no paraba. Toque mi vientre, tratando de calmarme pero al ver la gran escena que estaba formando Ross y como todos lo veían, era inevitable no reír. Al fin, me calme y acompañe a Ross en la canción mientras volvía a arrancar.
**
Luego de estar haciendo un dueto con Ross, en 5 canciones de los 80’s. Se estaciono en la casa del lago y bajo. Rodeo y me abrió la puerta de su auto, para luego comenzar a caminar de la mano. Abrió el portón y de inmediato sonreí como boba. En esa casa habían pasado tantas cosas. Donde siempre, los únicos protagonistas éramos Ross, yo y esa casa.
Entramos y en seguida quite mis zapatos. Ya era costumbre hacerlo. Ross quito sus tenis marca Supra, color dorado y me miro. Medio sonreímos y fuimos a sentarnos frente al agua, justamente en el lugar exacto. Lance un suspiro, y recargue mi cabeza en su hombro el suspiro igual, y comenzó a acariciar mi cabello.
—______... Mi hermosa _______. Sabes que no tengo un discurso ¿cierto?- Reí.
—Si, si lo se…- Reímos.
—Perdóname por favor. Yo nunca, me encame con Karen.- Lo mire a los ojos sorprendida.
— ¿Qué?- No podía abrir mas mis ojos o me explotarían.
—Lo que escuchaste.- Río bajito. —Cuando me dijiste lo de Joseph, me porte como un gran estúpido. Me sentí algo inferior, y fue lo único que salió de mi cabeza.
Lo mire confundida. Tenía que ser muy orgulloso, tenía que ser Ross Lynch.
—No sabes como lloré.
—Lo se mi vida- Me tomo del rostro haciéndome mirarlo a los ojos. —Y me odio por hacerte llorar, tú eres la persona más especial que conozco. Por que aunque seas grosera de palabras- Reí. —Eres la persona más bondadosa y dulce que allá existido en la faz de la tierra. Y eres la persona a la cual yo amo.- De acuerdo, también era la persona mas llorona. Ya estaba llorando como en un funeral, ¿Por qué? Por que lo amaba, tal y como era. Y si me pedía matrimonio lo aceptaría sin pensarlo dos veces. “Bueno, eso quizás”.
—Casémonos ______. No quiero estar ni un segundo lejos de ti.
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S.S. 2; lynch
FanfictionQuizás él se confundió. Quizás ella no lo vio. Quizás solo es deseo y no amor. Quizás sea al revés, ninguno lo sabe. Están confundidos. ¿Amor o Deseo? Oh, ¿Ya no es ninguna de las dos?