C.10.

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Capitulo Diez.


Dos de sus dedos, masajeaban mis labios vaginales, tratando de suavizarlos y poder penetrar. Pero mi líquido apenas salía, y creía que Ross quería un lubricante mejor. Saco sus dos dedos, y los chupo, empapándolos de saliva sin quitar su mirada de mis ojos. Los observo y los separo, una sonrisa curvo sus labios. Me dedico una mirada, y después se inclino depositando un beso en mi monte de Venus, luego su lengua acaricio mi firmeza. Me arque, recargándome en mis manos, levante el pecho y lance un suspiro.


Cerré los ojos, y mordí mi labio inferior dejándome llevar por aquella ardiente sensación que me proporcionaba la cálida lengua de Ross. Su miembro bucal, siguió acariciando mi firmeza, y a veces la puerta en forma de raya, que permitía la entrada a mí. Deje caer mi cabeza hacía atrás, me estremecí por completo al sentir como los dedos de Ross volvían a acariciar mis labios vaginales. Despego sus dos dedos, abriendo mis labios. Los dos dedos de Ross, me penetraron lento y suavemente. Sentí un vuelco al corazón, y un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Jadee, mi vagina los acepto gustosa.


Sus dedos entraban y salían, cada vez más rápido. Se movían circularmente, haciéndome desfallecer. Sentía como gran parte de mi excitación salía a vista de Ross, y como lo envolvía. Él gimió, y fue algo que me erizo aún mas los pezones. Sentía que hasta me dolían, y no podía pensar en como estaría el, seguro que su bragueta se le marcaría por un buen tiempo. 


—Oh… Ah, si, si, si… ¡Joder, si!- Grite, mientras movía mi cintura también. Estaba apunto de llegar a un orgasmo, y es que sus manos eran mágicas. Cerré los ojos y me sentí mareada, me sentí débil, el orgasmo se avecinaba y Ross lo supo, aumento los movimientos… 


— ¡Ross! ¡Oh, Ross!- Y el orgasmo llego, llevándose todas mis fuerzas. Me deje caer en la cama, reposando mi espalda, cerré los ojos y comencé a normalizar mi respiración. Lance un suspiro y cuando me sentí realmente bien, sonreí. Abrí mis ojos y me encontré con Ross, totalmente desnudo. Mordí mi labio inferior, y sonreí.


—No se te escapa nada- Dije con una sonrisa, hincándome en la cama y atrayendo a Ross hacía mí.

— ¿Qué esperabas? Soy Ross Lynch- Reímos y golpee su brazo levemente. Me estrecho entre sus brazos, y sentí su cálida piel. El fuego volvió a encenderme, al rozar mis pezones con su piel, en seguida se erizaron. Con un ágil movimiento, quedo sobre mí. Acostados en la cama, me beso el cuello nuevamente, con un beso lleno de pasión, gemí….


Sus labios, besaron mi cuello con desenfrenada pasión. Distrayéndome, de todo hasta que sentí la punta de su pene entrar, segundos después su miembro estaba dentro de mí. Me arque y su boca tomo uno de mis pezones, lo chupo, succiono y probo. Empujaba con mas fuerza cada segundo mas, me sentía en cualquier parte, pero menos en ese lugar. Disfrutaba tanto hacer el amor con Ross, suspire. 


—Oh… Ah, Ro… Ross- El orgasmo estaba por llegar, el aumento las embestidas y me aferre a sus hombros encajándole las uñas. Con un gemido brutal, me aviso que había llegado al orgasmo. Mientras yo, estaba por hacerlo. Empujo con más fuerzas, hasta que me sentí más débil de lo normal. 


Y llegue. 


El orgasmo nos destrozo y nos envolvió en un cálido abrazo. Se dejo caer sobre mí, mientras yo sonreía. Hasta que perdí la noción del tiempo, y me quede dormida.

S.S. 2; lynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora