Capítulo único.

165 17 75
                                    

2:30 am. Desperté por unos fuertes ruidos que venían de la sala. No fue difícil adivinar quién había sido, ya que la voz de Luka es inconfundible. Bueno, eso y el ruido que hace su apestoso atún al ser azotado con tanta fuerza. He escuchado ese golpe tantas veces que ha llegado a ser algo tristemente familiar. A ese golpe le siguió un quejido igualmente conocido, una voz grave y un poco quebrada debido al golpe. Casi pude imaginar al horrible pescado gigante impactando la espalda de Gakupo-sempai. Pobre. Me gustaría que dejara de humillarse así, pero no entiende; a veces, cuando paso por la cocina sin que nadie note mi presencia puedo escucharlo decirle a Kaito que no le importa que Luka sea tan agresiva.


- Su actitud yandere es lo más excitante que haya visto.

Es lo que más repite... Bueno, eso y algunos comentarios sobre sus otros atributos.

Aún así, creo que eso no es razón para que tenga que soportar esas humillaciones y malos tratos. Después de todo, él siempre es un caballero. Atento, amable, siempre preocupándose más por nosotros que por sí mismo. Como el día que casi se fue a los golpes con un sujeto que dijo que yo no tengo talento y que si no fuera por Len, no hubiera podido llegar a ningún lugar. Si no le hizo nada a ese tipo, fue sólo porque Kaito lo detuvo y le dijo que no valía la pena.

Esa noche, yo seguía muy triste, porque creía que ese muchacho tenía razón. Estaba encerrada en mi habitación sin hacer nada en realidad, sólo tratando de escribir una nueva canción, pero no me salían más que notas redundantes y sin ninguna gracia. Frustrada, había hecho mi cuaderno a un lado sintiendo la desesperación anudándose en mi garganta y tratando de salir por mis ojos cuando escuché unos tímidos golpes en la puerta.

— ... Largo.

Rin-chan, ¿Te sientes bien?

Me sentí paralizada justo donde estaba. Había esperado que fuera Len, tal vez Meiko, ni siquiera había imaginado que el portador de una voz tan hipnótica pudiera buscarme, mucho menos preocuparse por mi después de tantas horas.

Abrí la puerta y lo dejé pasar. Al verme tan triste, sonrió y me alborotó el cabello diciendo que la opinión de otros no debía importarme, ya que soy una persona increíble y siempre habrá otros que quieran hacerme creer lo contrario para hacerme sentir mal por tenerme envidia. Esas fueron sus palabras.

Esa noche pude sentirme mejor y entendí que no debo molestarme por lo que otros digan de mí y no debo darles la importancia que no merecen.

No debo darles a otros la importancia que no merecen...

Si él me enseñó eso, ¿Por qué no puede aplicarlo también?

Día tras día está detrás de ella, ofreciendo regalos, tratando de robar un beso, un abrazo, un poco de atención. Todos lo ven como un juego, un chiste. Algo de lo que se puedan reír.

Pero yo no.

Porque me duele ver lo mal que él se siente por su culpa. Porque me duele ver que aunque sonríe, se ríe y hace como que no pasa nada, hay tardes enteras en las que se encierra en su habitación sin dirigirle la palabra a nadie. Dice que está cansado cuando voy a buscarlo. Una vez logré hacerlo salir diciendo que necesitaba ayuda en una tarea de matemáticas sólo para poder verlo, pero se veía muy mal, triste y se movía con cierta dificultad. No supe qué pasó, porque una noche antes todos habían ido a una fiesta y Len, Miku y yo tuvimos que quedarnos en casa porque no podíamos asistir. Supuse que ella lo había vuelto a golpear y quizá esa vez sí lo había lastimado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 15, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡Mírame!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora