Querida Marinette: [Adrianette]

Querida Mari:

Querido Adrien:

¡Maldito y cursi gatito!. Vas hacer que mi corazón explote con mas cartas así. ¡Por supuesto que te amo gato estúpido!.

No importo en lo más mínimo el hecho de que me haya ido a Japón... Aún me gustas, ¡Idiota!.

Se despide Marinette.
Pd: Te amo gato tonto.

Adrien soltó una leve risa al leer aquello, su amada era adorable y divertida a la vez.

—¿De que tanto te ríes, gatito?.—Cuestionó una azabache curiosa. Adrien sonrió mostrándole así una carta. La azabache leyó eso sonrojándose a mas no poder.—¡Adrien!.

—¿Si, My Lady?.

—¡¿P-Por qué diablos lees esto?!.—Cuestiono avergonzada. Adrien con una sonrisa abrazo a su hermosa novia y prometida.

—Han pasado años desde que las leí, no quería olvidarme de lo que decían.—Adrien sonrió ante el puchero de Marinette.

—Tonto...—Bufo Marinette cruzada de brazos.

—¿Tu no guardas mis cartas?.

—¡Por supuesto que lo hago!.

Adrien sonrió besando a su bella novia. Mirando por última vez la carta la dejo sobre el escritorio concentrándose así en Marinette. Ya habían pasado cuantos... ¿4 años?, ¿5?, Adrien sonrió, el tiempo con su amada le era eterno.

Puede que para muchos ese sea un pedazo de papel común y corriente, pero Marinette no se equivocaba. Cada carta, era un pedazo más de su corazón.

—Te amo, mi querida Marinette.

—Y yo a ti, Mi Querido Adrien.