Capitulo 1.

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-_____ puta vaga despiertate -dice mi hermana mientras levanta la persiana de mi cuarto.

-Adriana vuelves a entrar en mi cuarto para despertarme a las -miro la hora en el móvil- nueve de la mañana y le digo a papá que cada vez que se va a trabajar te traes a Calum para follar.

-Tus ganas, payasa -me dice.

-Tú ponme a prueba que sabes que lo hago -advierto.

-No te atreves -dice soltando una carcajada.

-PAPÁ -grito.

-No, no, ya te dejo en paz -dice ella.

-Dime, cariño -dice mi padre entrando a mi cuarto.

-Explícame cómo vamos a vivir seis personas en una casa que tiene tres habitaciones.

-____ nos vamos a mudar, Adri no te ha dicho nada? -dice y miro a mi hermana.

-Ups -dice ella encogiéndose de hombros.

-Sí, pues por ese ups me voy a cagar en tu estampa, Adriana.

-_____ sabes que a tu hermana no le gusta que la llames así.

-Y a mi no me gusta que no me avisen de que me voy a mudar de la casa en la que llevo 15 años -digo ahora enfadada.

-Oye lo siento, se me pasó, vale? He estado ocupada.

-No me imagino en qué habrás estado ocupada... -suelto entre dientes.

-Bueno chicas, vestiros que vais a ir con vuestra madre a mirar los vestidos.

-Vestidos pa qué? -digo sin haberme enterado de nada.

-Para la boda de papá y Eva, retraida -dice Adriana.

-Ah joder, se me había olvidado -digo.

-Venga, que os vais después de comer -dice mi padre.

-Yo necesito dos horas para despertarme -digo volviéndome a tumbar en la cama y a cerrar los ojos.

-Pues venga, que yo me tengo que ir enseguida a trabajar -dice mi padre y sale de mi cuarto cerrando la puerta.

-Has oído? Se va a trabajar, así que igual tienes que irte tú también y dejarme la casa a mí sola -me dice Adriana bajando la voz.

-Pillo las indirectas, gracias Adriana.

-Es Adri -dice abriendo la puerta- Hay no, espera, que eres tan retrasada que no lo entiendes.

-Por lo menos yo no suspendo -digo justo cuando cierra la puerta.

Suelto un bufido y dejo caer mi cuerpo sobre el colchón. Cierro los ojos por un momento y el sonido del teléfono me saca de mis pensamientos.

-Sí? -digo cogiendo la llamada.

-Meja, quedas? -me dice Megan al otro lado del teléfono.

Megan es la hermana del novio de mi hermana.

-No veas la pereza que me da levantarme de la cama...

-Venga, que voy contigo a escoger el vestido para la boda -me dice feliz.

-Meja mi vida, eres consciente de que lo último que querría hacer es ir a mirar vestidos? Sabes perfectamente que...

-Que odio los vestidos -dice terminando mi frase.

-Y mi padre quiere que nos pongamos tacones y no puedo aprender a llevar tacones en dos semanas, como comprenderás.

-Pero tienes una meja que es la puta ama y que sabe usar tacones y que te va a enseñar para que no hagas el ridículo.

-Ay que maja que no quiere quedar como la meja de la que no sabía andar en tacones -le digo en broma y se ríe.

-Nop, lo hago por ti, con tacones no serías tan baja...

-Tú has visto a quienes van a ser mis hermanastros y al que por desgracia es mi cuñado? No te ofendas.

-No, tranquila. Y sí, a tus hermanastros les veo siempre que vienen a mi casa a jugar a la puta play con mi hermano y a mi hermano le veo los 365 días del maldito año.

-Pues eso, al lado de ellos tres soy más que un tapón. Además no me puedes comparar a Adriana conmigo...

-No, no puedo, tú eres un montón de cortes en las muñecas, un montón de miedos e inseguridades, un montón aún más grande de complejos que a pesar de lo que tú misma piensas, eres preciosa y si te dejaras ver demostrarías que tienes muchísimo mejor cuerpo que Adriana y sabes que sin gafas eres preciosa.

-Eso es lo que dices tú, pero por ejemplo tu hermano y mis nuevos hermanastros piensan todo lo contrario..

-Porque no te dejas ver, pesada.

-Como me cuesta tan poco... -digo irónica.

-Mira, vamos a hacer una cosa, ya que tu padre se va a las doce y mi hermano va a estar en tu casa a las doce y media, tú vas a venir a mi casa, te voy a dejar que te pongas mi ropa, vamos a ir al centro comercial a mirar los vestidos para la boda y te digo yo que más de uno se va a fijar en ti.

-Te digo yo que en lo único que se van a fijar va a ser en que una gorda fea va intentando llamar la atención.

-Que te calles y me hagas caso a mi -me dice en broma y yo me río- ahora levántate de la cama, duchate, peinate ese pelo castaño tan bonito que tienes, ponte esas gafas hipsters que tanta gracia me hacen, desayuna y a las doce y cuarto quedamos en mi casa.

-A la orden sargento -digo con voz de en plan "eres una pesada".

-Hablamos luego, adiós -dice riéndose.

-Hasta luego -digo contagiada por su risa y cuelgo.

Me levanto de la cama, voy al baño, me ducho y en el espejo me pongo unas lentillas. Salgo a mi cuarto y busco ropa en el armario. Me pongo unas mallas de montar a caballo ya que me da demasiada pereza ponerme otras, una camiseta rosa de vuelo y unas superstar.

Me seco el pelo y me lo dejo ondulado ya que mi pelo es liso al principio y con ondas al final.

Cojo mi móvil y bajo al salón.

-Buenos días -le digo a mi padre.

-Has cambiado de humor tan rápido?

-Sí, bueno, algún día tendré que asimilar que voy a vivir con los populares de mi instituto. Todo sea por verte feliz a ti papá.

-Vale _____, desembucha, qué quieres?

-Dinero para ir con Megan a comprarme el vestido y los zapatos y cosas de esas que necesitamos las chicas para las bodas.

-Toma 350€ anda -dice entregándome el dinero.

-Gracias papá -digo y le doy un beso.

Subo a mi habitación y me guardo el dinero en la cartera.

Vuelvo a bajar y voy a la cocina. Cojo de la nevera un tuper con macedonia de frutas, cojo un tenedor y empiezo a comer fruta.

-Mira quién está comiendo, la que se queja de estar gorda... -dice Adriana cuando baja las escaleras.

-Sisi, tú ríete, pero yo al menos como fruta... -digo

-Yo también -dice y busca con la mirada el frutero.

-No te rayes Adriana, no hay plátanos -digo y me empiezo a reír por la indirecta.

Mi padre no lo pilla, pone los ojos en blanco y sube escaleras arriba, yo solo me limito a reír.

Llegan las doce y mi padre se va a trabajar. Yo subo a mi habitación, cojo un bolso, meto el móvil, la cartera, las llaves, los auriculares y un cargador portátil.

Bajo y salgo de casa sin decirle nada a Adriana.

En apenas cinco minutos llego a casa de mi mejor amiga, llamo al timbre y me abre su madre.

-Hola _____, Megan está arriba, pasa -me dice con una sonrisa.

-Buenos días, gracias -respondo con una sonrisa amable y subo escaleras arriba.

Voy a la habitación de mi amiga y entro, nada más entrar una ola de calor, repugnancia y excitación me invade.

El hermano de mi mejor amiga. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora