El hermano de mi mejor amiga. [EDITANDO]

Capítulo 9.

Me despierto el lunes gracias a la alarma, voy al baño, me ducho y cuando salgo, decido vestirme con un niqui de tirantes amarillo de vuelo , unas mayas negras, unas converse bajas blancas y una chupa negra.

Me seco el pelo y me lo dejo suelto, ya que me salen tirabuzones en las puntas y me gusta cómo me quedan.

Bajo a desayunar y me encuentro con Jesús y Daniel.

-Buenos días, enana -me dice Dani.

Desde que nuestros padres se casaron, he empezado a llevarme muy bien con los gemelos, pero sobretodo con Daniel, le he cogido muchísimo cariño en apenas tres meses.

-Déjame sitio porfa, Jesús -digo.

Se aparta y cojo el brick de zumo de la nevera, echo un poco en un vaso, cojo tostadas y mantequilla y me siento en la mesa.

Empiezo a desayunar mientras hablo de tonterías con ellos hasta que baja mi hermana, por desgracia vestida como yo, pero sus mayas son de push up.

-Tengo que cambiarme de ropa -dice mirándome con asco.

-Tranquila, puedes decir que te tenía envidia y que me he vestido igual que tú -le respondo.

Pone cara de asco pero se encoge de hombros.

Subo a mi cuarto, me limpio los dientes, cojo la mochila y vuelvo a bajar.

-¿Estáis ya listos? -dice Eva bajando.

-Sí -respondemos los cuatro al unísono.

Vamos al coche, me siento en el lado de la puerta, me coloco los cascos y cinco minutos después estamos en la puerta del instituto.

Entramos al patio a esperar a que suene la campana para entrar y me apoyo en un muro aún con los auriculares puestos.

A los dos minutos alguien me quita los cascos a mala gana, levanto la cabeza para mirar de quién se trata y es Lorena.

-¿Qué? -respondo sin ganas.

Apago la música y me guardo el s7 que me compró Calum en la chaqueta.

-¿Qué andas yendo detrás de mi mejor amigo? -acusa con su maldita voz de pito.

-¿Qué dices? -digo sin comprender- ¿Quien es tu mejor amigo?

-Justin, obviamente. Pero que me respondas, ¿por qué vas detrás de él?

-Yo no voy detrás de nadie, Lorena.

Suena el timbre y paso por su lado para entrar al instituto.

Me coge del brazo y me para.

-Que me respondas, puta payasa.

-Que ya te lo he dicho, joder, que no he ido detrás de Justin nunca en mi puta vida.

-¿Y ayer por qué le pediste que fuera tu pareja en el trabajo de música? -yo me callo, sé que es mentira, pero no sé qué decir, estoy flipando- porque te gusta, admítelo.

-Vale, -finjo que me doy por vencida en esta discusión y ella sonríe con suficiencia- admito... Admito que acepté ser su pareja en el trabajo porque me siguió desde mi casa para pedírmelo.

-No te lo crees ni tú -dice ahora Justin.

-Tío, te pasaste tres horas esperándome para que saliera de entrenar y aceptara hacer el maldito trabajo contigo.

-¿Por que eres tan falsa? -me dice Lorena.

-Uff, quita que asco, no quiero ser como tú.

-¿Qué me has llamado?

-Falsa, pero puedo llamarte más cosas que también eres.

-Atrévete.

-Vale. -Acepto- Eres una falsa, una zorra, manipuladora, egocéntrica, puta, embustera -me mira con cara de que no entiende- una payasa que no pinta nada en el mundo -sigo con los insultos- se ve de lejos que estás operada entera -aprieta los puños queriendo pegarme- ni se te ocurra tocarme hija de puta.

-¿Y si lo hago?

-No quieras hacerlo, hazme caso -advierto.

Me empuja y me echo hacia atrás.

Lo hace dos veces más y entonces pienso en qué me merece más la pena, si arriesgarme a que me echen de Judo, Taekwondo y boxeo o si pegar a la hija de puta que me apartó de mi mejor amigo.

Vuelve a empujarme y lo hago yo más fuerte haciendo que se caiga al suelo.

Salgo del recinto escolar y camino hasta unos edificios abandonados.

Subo y tiro la mochila de clase al suelo. Llena de rabia le doy un puñetazo a la pared, seguido de otro, y otro, y otro, y otro... Voy a darle un quinto puñetazo pero alguien me sujeta del brazo.

Levanto la vista y le veo, al idiota rubio de ojos azules al que durante un tiempo consideré como parte de mi familia, a Calum Heaslip.

-¿Qué haces aquí? -le digo enfadada.

-Asegurarme de que no haces ninguna tontería, aún me acuerdo de todo lo que me has contado. De lo que casi haces por los idiotas de mi cuadrilla.

-Suéltame -le digo.

Así lo hace, me suelta la mano.

-No quería que pasara esto... -dice.

-¡Pues haberlo querido con más ganas, Calum! -grito enfadada con él-. ¡Tu puta novia lleva tres meses insultandome y si respondo me pega! ¿Y tú qué has hecho? -digo.

Quiero que admita que ha roto su promesa, que admita que no ha movido un puto dedo por mí cuando dijo que era su mejor amiga y que me prefería a mí antes que a cualquier novia. Porque, bien, no lo ha hecho.

-Nada... -dice en un susurro.

-¡Sí, Calum, exactamente eso, no has hecho nada! Te quedabas quieto mirando cómo me humillaba y me pegaba.

-Lo siento...

-Pues eso no me sirve -respondo con lágrimas en los ojos.

-No... No llores -dice cuando una lágrima resbala por mi mejilla.

Trata de quitarme la lágrima pero cuando su dedo toca mi mejilla, aparto la cara.

-No quiero que estemos mal, ¿vale? Eres... Mi mejor amiga -dice no muy convencido.

-Y tu novia es la que me cae de pena, la que siempre me pega y me humilla, así no podemos ser amigos, Calum.

-No es mi novia -responde.

-¿Cómo que...?

-Que no, que no es mi novia.

-¿Desde cuando?

-Hace un mes, la deje porque no quería estar con una chica que ni siquiera me gustaba y que encima se metía con... -para un segundo, como si estuviera a punto de decir o hacer algo que está mal- con mi mejor amiga -deja de mirarme a los ojos y mira hacia otro lado.

-Tú también eres mi mejor amigo.

Hace una mueca, una mueca de dolor. Como si hubiera dicho algo que no debería haber dicho, algo que le ha dolido.

-¿Qué he dicho? -digo no muy segura.

-Nada -dice.

Me vuelve a mirar.

-Me alegro de que volvamos a ser amigos -dice con poco entusiasmo y me abraza- mejores amigos... -susurra abrazándome.

Tardo un segundo en devolverle el abrazo ya que me quedo pensando en la forma en que lo ha dicho. Como si le costara decir que somos amigos, como si no quisiera que lo seamos...