Edward Masen
Los linces habían obtenido una vez más la victoria. El entrenador no tuvo más que felicitarnos, ya que ésta temporada no podía ir mejor y nos dió el resto de la semana libre.
Después del partido, Mike y Tyler organizaron una fiesta para celebrarlo. Obviamente, iría con el resto de los chicos y con mí chica. Mi candente novia, Arianna Jogia.
Ella es la capitana de las porristas y la chica más popular del colegio. Es uno de mis trofeos más recientes. Tanya terminó conmigo hace tres semanas y no tarde en conseguir un reemplazo mejorado. Sin duda alguna, una de las mejores decisiones que he tomado.
Fuí a ponerme algo más cómodo y pasé por Aria a su casa. La señora Jogia salía de casa seguida por su hermosa y (aparentemente) malhumorada hija.
No me llegues tan tarde jovencita -su madre (tan elegante y refinada) me sonrió como siempre- recuerda que ella no tiene permiso de dormir fuera de casa hijo
No se preocupe señora, sólo estaremos fuera un par de horas -asintió con cordialidad-
Cuidense mucho... e hija -observo a la muchacha- te amo
Yo también -fue sólo un susurro-
La señora Jogia se subió a su automóvil y mi chica tomó asiento junto a mí.
Perdón por la tardanza mi amor -me dió uno de esos besos que tanto me gustaban-Estamos a buena hora bebé -arranqué con destino a la casa de Tyler-
Y por cierto, ¿vas a contarme que va con todo eso de no dormir fuera de casa?
Esa mujer me tiene harta -frunció el ceño- ella no tiene derecho a prohibir que duerma fuera de casa... ¿a dónde crees que se dirige ahora? Es una maldita hipócrita y justo hace un par de minutos discutimos sobre eso. Ella puede andar de zorra por la vida y nadie tiene porqué decirle nada.
Relájate amor -apreté su pierna con un gesto que denotaba que era algo sin importancia- sabes que ella no va a llegar tan temprano, además, sabes que mi madre también se revuelca con el mejor amigo de mi padre, las madres son así
Tienes razón - se colgó de mi brazo libre- además, hoy es tu día mi vida, vamos a pasarla bien y a celebrar una más de tus victorias
Bien dicho -la besé- ya no falta mucho para llegar
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Después de la muerte
VampireHay ocasiones en que el peligro puede ser hermosamente familiar.