Él y yo estábamos paseando por la feria, y empezamos a hablar.
- Crystal... te voy a matricular en un nuevo Instituto.
- ¿De verdad harías eso por mí?
- ¡Pues claro! Mira, te llevaré al que fui yo. Ahí las personas que hay son muy amables. Se puede confiar en ellas.
- Pero no lo haces porque se burlen de mí. Me han dicho que mi Instituto va a cerrar.
- Me has pillado. Estaba obligado a cambiarte de Instituto. Pero piensa que antes de lo de hoy yo no sabía que te pasaba eso. Pero, ¿a que odiabas tu anterior Instituto?
- No. Odiaba que determinadas personas se burlaran de mí.
- Ah...
Hubo, de nuevo, un largo silencio
- Espera... – dijo –. ¡Has dado saltos de alegría! ¡Has mostrado sentimientos alegres!
- ¡Es cierto! ¡Por fin!
- ¡Y te estás alegrando de ello!
- ¡También es cierto! ¡Empiezo a tener sentimientos positivos!
- ¡Sigue así y acabarás recuperando los sentimientos positivos que un día te arrebataron contra tu voluntad!
- Es... cierto... fue contra mi voluntad...
- ¡Oh, no! ¿¡Qué he hecho!? ¡Estás mostrando tristeza! Te he puesto triste al decir eso... seré idiota...
- Tranquilo. Sólo has dicho la verdad... además, no iba a tener sentimientos bonitos al primer día de aprendizaje, ¿no?
- Tienes razón. Sigamos avanzando por la feria.
Nuestra feria tenía muchos puestos donde se vendían limonadas por unas niñas de seis años. Otros eran de niños y niñas de catorce años vendiendo dibujos hechos por ellos. Estos dibujos no me decepcionaban. Más bien me encantaban. Me acerqué a un puesto y observé lentamente cada uno de los dibujos. Me quedé impresionada por el arte que esos niños tenían. No pude pronunciar ni una palabra, ya que me quedé con la boca abierta porque estaba alucinando de lo bien dibujados que estaban. Mi hermano vio cómo yo intentaba cerrar la boca y, después de comprender qué hacía yo con una mano en mi barbilla intentando cerrar mi boca (que le costó un tiempo comprenderlo), me dijo:
- Crystal, ¿quieres uno?
- Creo que sí...
- Dime cuál.
- Éste –le dije, señalando un cuadro que representaba una chica más o menos de mi estatura (un metro y cincuenta o sesenta centímetros), y esa chica estaba de espaldas, pero se podía notar a simple vista que estaba triste.
- ¿Por qué has escogido este?
- Porque creo que este dibujo me identifica. Yo he estado así toda mi vida. Sola, con ganas de llorar...
- ¿Sabes qué? Para quitarte esa cara de tristeza te compraré el cuadro. A mí también me gusta, pero creo que nunca me podrá gustar tanto como a ti.
- ¡Gracias!
- De nada.
La niña que vendía los cuadros me dijo:
- Hola.
- Hola – respondí.
- Buena elección.
- Gracias.
- ¿Sabes quién dibujó esto? – preguntó –.
- No.
- Un chico que conozco desde que éramos pequeños. Lo hizo pensando en lo que a él le pasaba en el colegio. Se burlaban de él. Y hace unos minutos me dio este cuadro dibujado por él. Me dijo: "Véndelo en tu puesto de la feria. Si algún día viene una chica que se identifique con este dibujo, dale mi número de teléfono. No le cobres el dibujo. Será la chica adecuada para mí". Y aquí estamos. Te voy a escribir en mi tarjeta su número de teléfono, a ver qué te parece. Si quieres quedar con él y dejar que él conozca a la chica que él desea conocer, llámale. Si deseas estropear su sueño de conocer a su alma gemela, tira esta tarjeta.
- Muchas gracias. Me lo pensaré.
- De nada. Te he apuntado el mío, por si quieres preguntarme algo...
- Gracias de nuevo. Has sido muy amable.
- De nada. No te cobraré nada, como él me dijo que hiciera.
- Muchísimas gracias, de verdad.
- De nada, mujer.
Mi hermano y yo volvimos a casa, comimos hablando acerca de la feria y nos fuimos a nuestros cuartos, para descansar durante una hora. Yo, en vez de dormir, estuve pensando en ese chico. ¿Sería yo la chica perfecta para él? No lo sé. Pero... ¿por qué el dijo que la chica que se fijase en ese cuadro sería la chica perfecta? Tampoco lo sé. No conozco a ese chico. Pero deseo conocerle. Es muy misterioso. Y eso me da más ganas de conocerle.
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Crystalaiden
FantasyTan solo he publicado los tres primeros capítulos que tenía originalmente mi libro, "Crystalaiden". Una historia no planeada hace que la vida de una adolescente cambie cada día, y ella se pregunta qué está pasando en la sociedad donde vive, milenios...