El pulso

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Los chicos llegaron a su aula; la mayoría de sus compañeros ocupabanp sus sitios y hablaban entre ellos con animo. Los cuatro se sentaron en segunda fila en una banca para cuatro. -No se para que venimos si no vamos a hacer absolutamente nada- protestó Raph mirando al asiento vacío del profesor. - Porque es nuestra obligación- contestó Leo -Lo que tu digas- habló la tortuga de piel oscura.
Raph se había sentado entre Leo y Donnie dejando para Mikey el extremo que daba para el pasillo. -Ag, y encima este año no están las chicas en clase- refunfuño de nuevo. En ese instante entro Miguel Angel con una amplia sonrisa en sus labios. El pecoso visualizó a sus hermanos y se sentó en el sitio que había quedado libre -¿y esa sonrisa?- preguntó Raph extrañado. - Ella esta en clase- contestó con simpleza -Haber enano, ¿quien es ella?- habló el de rojo. -Se llama Renet, es la chica contra la que choqué esta mañana- sus hermanos se enviaron una mirada y volvieron a mirar al menor -¿y a tu que ganas con que esa chica esté en clase?- preguntó el esbelto. -Pues...- el menor se encogió de hombros, se sonrojó y desvío su mirada. Leo detectó el evidente sonrojo del naranja -¿Mikey...?- entonces se vieron interrumpidos por que una chica pelirroja entró en el aula y se sentó frente a Leonardo. Estos se quedaron mirando a la chica, principalmente Donatello. Mikey le dio un codazo y este reaccionó -¿estas bien hermano?- este asintió -si, si claro...ps, hey Leo- lo llamo Donnie -¿Me cambias el sitio?- Leo se encogió de hombros y se cambio de lugar. Cuando Donatello estuvo situado entraron atrás dos chicas. La chica con el pelo corto saludó a la pelirroja -Hola April- la saludo la chica del pelo corto. Donnie escuchó su nombre y lo palpó con sus propios labios. -Hola Karai- respondio ella. Leo repitió el nombre de Karai en su cabeza. Karai iba acompañada de Renet, a Mikey se le iluminaron los ojos de alegría al verla. Mikey saludó a Renet a lo que esta le devolvió el saludo, pero no iba mirando por donde pisaba y acabó cayendo encima de un mutante con cuernos. -Ag, serás...- dijo el mutante -Yo...lo siento- se disculpó- Savanti, ha sido una accidente, además es nueva- la defendió Mikey que se había levantado para ayudarla. El mutante solo gruñó y apartó la vista de ellos. -Gracias- habló Renet apartándose el pelo de la cara -De nada- contestó el menor con la típica sonrisa estúpida que ponemos al enamorarnos.

Después de varios minutos de silencio incomodo cada uno se fue a su sitio. Aunque no sin antes de que Miguel Ángel convenciera a Rafael de cambiarse el sitio. Entonces por fin llegó su nuevo tutor. -Hola a todos- saludó el profesor entrando por la puerta. Justo iba a sentarse en la silla llamaron a la puerta -Adelante una chica de pelo castaños y ojos de mismo color apareció por la puerta dejando embelesado al rudo Raphael. -Lo siento mucho- habló la chica. -No importa, pero procura que no vuela a ocurrir señorita...-

-Mona, me llamo Mona Lisa-

-Esta bien, sientese Mona aquí en primera fila-

La chica se sentó frente a Raphael al lado de Renet, se mantuvo en silencio mientras el profesor se presentaba y cuando les dejó hacer lo que quisieran comenzó a hablar con sus compañeras hasta el punto de hacerse amigas en poco tiempo. Mientras tanto los chicos las miraban embobados mientras imaginaban cosas sucias en sus mentes, incluso el pequeño Miguel Angel se preguntó a que debían de saber los finos labios de Renet.

Sonó la campaña que indicaba el recreo y los chicos salieron del embrujo en el que estaban. Las cuatro humanas caminaron hasta la cafetería hablando con animo y felices.

Los chicos también se encaminaron al enorme comedor y al llegar vieron que no quedaba ninguna mesa libre. -¿veis a Fridda? Quiero divertirme un rato con ella- habló Leonardo mirando a su alrededor -Y tampoco veo a Anna ni a Elen- (Elen es la mutante que estaba con Raph, creo que olvide poner su nombre en el anterior capitulo) -¿Habeis visto?- dijo de pronto Raphael entre dientes -¡Están en nuestra mesa!- las cuatro chicas se habían sentado en una mesa casi en el centro de la cafetería. -Olvidalo Raph, busquemos a las chicos- sentenció Leo. -O no, de eso nada- el de la cinta roja camino echó un basilisco hasta la mesa. -¡EH! ¡ESA ES NUESTRA MESA!- ellas se miraron confundidas entre sí para luego mirar con incredulidad a la tortuga de ojos verdes. -Nosotras llegamos primero- comenzó Mona -Y quien se fue a Sevilla perdió su silla-(esta ultima frase es un refrán de España, lo digo por si alguien, no lo entiende)
-Perdonen a mi hermano- habló el de azul que había ido a toda velocidad a evitar un desastre -pero es que este es nuestro sitio- April comenzó a hablar -Bueno no creo que importe que nos...- pero fue interrumpida por Karai -¡No April Mona tiene Razón, nosotras llegamos primero!-
-Bueno si nos ponemos así creo que mi hermano también tiene razón- defendió el mayor. -De eso nada Rana gigante- lo insultó Karai
-¿RANA? ¿soy una tortuga? ¡Tengo caparazón, no es tan complicado!- grito Leonardo. -A ver, calmaos todos, señoritas, lo sentimos, nosotros hacemos el amor no la guerra- dijo Donatello haciendo que todos voltearan a verlo. De pronto todo estallo en peleas y gritos hasta que Mona Lisa dio un silvido para que se la escuchara. -Tengo una idea; tortuga, te reto a un pulso- Raph abrió mucho los ojos ¿Iba enserio? -De eso nada- habló él
-¿porque? ¿Acaso al bebe le da miedo perder?- se burló Mona -¡No! ¡Me da miedo dejarte sin esas sonrisa de listilla!-

-Simples amenazas-

-De acuerdo- dijo Raphael sentándose en la mesa -Bien, si pierdo, nos iremos, pero si gano os largareis- habló la chica sentándose frente a Raph. -Karai, danos la entrada- estos levantaron sus brazos y se tomaron de las manos. Raphael sintió el suave tacto de la piel de la chica y sintió que la sangre le subía a las mejillas sonrojándose débilmente -preparados...listo...ya- Al comenzar ninguno de los dos cedía ante la fuerza del otro, «tiene fuerza pensó Raphael, «pero no pienso perder » poco a poco Mona fue dejando de aplicar tanta fuerza. Cuando Raphael pensaba que ya tenía el duelo ganado miró a la chica a los ojos, sus profundos ojos marrones acumulados con calor humano que tenían colocados encima una armadura de orgullo. La tortuga quedó hipnotizada y Mona se dio cuenta de que Raphael había dejado de aplicar tanta fuerza así que en ese momento de debilidad, la chica ganó el pulso.

-¡Si!- celebró la chica levantándose de la mesa. Raph miraba a la chica con admiración, deseo y rencor; y sin previo aviso este se levanto de la mesa y se fue. Salió de la cafetería hecho un basilisco. Entonces vio Elen a lo lejos, se dirigió hasta ella pero antes de llegar lo tomaron del brazo -¿te llamas Raphael?- era Mona -Si, ¿que quieres?-

-Me preguntaba si te gustaría venir a merendar a nuestra mesa, eres un digno oponente y además tus hermanos también están allí- Raphael se sacó del agarre de la chica -No gracias- contestó con un tono seco y frío, se alejaba. La chica miró a la tortuga y pronunció su nombre -Raphael...-

Continuará...

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