Epilogo

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Lástima que no te vuelva a ver, trato de superar lo que pasó, pero no es posible sacar de mi mente tu mirada, esas miradas que conectaron y que no dejaron de hablar entre sí.

Quiero decirte que si, que me dolio saber que tenias a alguien especial en la cual pensar, que no era yo, que me hubiese gustado que pensaras en mí por lo menos. Me hubiese gustado saber que algo corría entre tus venas por verme.

Tengo que confesarte, que volverte a ver fue una dicha muy grande, que me emocione, y que supe que eras tú. Pero solo te vi, no sé si me abras visto, pero fue muy grato saber que a pesar de todo te podría ver muy a menudo.

No soy conformista, pero si no te puedo tener, siempre hay algo de mí que quiere y anhela verte.

Tu mirada hacia mí fue muy interesante y me cautivo en solo segundos, que todas las noches recuerdo nuestras escenas como si fueran parte de una historia de amor muy peculiar, una película o a lo mejor una obra.

Recuerdo esos momentos que tuvimos, a la luz de la noche, cuando nos trepamos en los columpios, y al toparme muy cerca de tu cuerpo, que yo lo único que dijiste fue un "lo siento" pero mi cuerpo tuvo una descarga eléctrica por tus palabras cerca de mi oído, y como tus manos comenzaron a tocar mi espalda cuando me empujabas.

También cuando estabas acostado en un asiento de cemento muy grande, y yo justo al filo de tus pies, estaba parada en eso, yo hablaba animosamente y tú "haciéndote el dormido" pero sabía perfectamente que me mirabas, porque en una yo te mire y tú ya me estabas mirando.

Qué hermosos momentos que pasé junto a tu lado, esas miradas y esas palabras, recuerdo que dijiste "la única que no parece pobre eres tú" yo me reí en ese momento, me hubiese gustado que supieras cosas, pero lo único que hice fue preguntarte "Porque dices eso" tú te reíste y dijiste "Porque te vistes diferente" y yo solo reí y vire los ojos.

Admito que contigo fue algo disparatado, que causaste algo en mi, que aún sigo buscándote, pero tengo que poner los pies sobre la tierra, y dejar de pensarte, dejar de seguir buscándote, porque algo es seguro, y es que tú no sientes nada por mí, que no cause nada en ti, y que tú tienes a alguien más.

Y con una mirada te digo, lo mucho que me has causado, y sé que mis ojos hablaran con los tuyos cuando se encuentren y se miren directamente.

Pero hasta que eso pase.

Hasta pronto, Romer.

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