Luz de Media Noche [narry au]✅

17.

Aquellos quince días que me habían dado de plazo permitido para disfrutar de la presencia de Harry, se habían extinguido como una voluta de humo después de la visita a casa de los Styles (que se repitió un par de veces más en los siguientes fines de semana), y mis nervios seguían allí, incrementándose hasta volverse mal humor por las mañanas y tristeza conforme pasaban las horas y se acercaba la noche, para convertirse en dolor por las madrugadas cuando quería dormir.

Harry se iba y nada podía hacer que se quedara.

Si bien él me había presentado a su familia y ellos habían demostrado un creciente interés en mi vida, que comparándola con el tío Frederick, era maravillosa, Harry y yo no volvimos a ser los mismos de antes de que me quitara los yesos. Hablaba poco cuando estábamos lejos de su casa, y eso sumado a que yo mismo había puesto un filtro en mis palabras que mepermitía soltar sólo dos o tres frases de vez en cuando.

Llegué a pensar que se encontraba demasiado feliz de abandonar su puesto junto a mí y que lo de "Vales oro, Niall", era sólo una táctica para que mi autoestima aumentara, como de hecho había pasado.

Todos esos días lo había oído empacar sus cosas, lavando su ropa y buscando prendas en su cuarto cuando yo me sentaba en el living a lamentarme de mi vida. Hubiera dado cualquier cosa por poder tener el suficiente valor para apartar el libro que aparentaba leer, ponerme de pie, atravesar el living hasta su cuarto, tomarlo en mis brazos, besarlo y rogarle que se quedara.

Reí amargamente. Sí, nunca había sido un tipo demasiado arriesgado. ¡Le tenía miedo a las películas de terror, maldita sea!

La última semana había terminado con las manos vendadas, tal como lo habíatemido la primera clase, la cocina no era tan sencilla como el manejo del bastón blanco y el fuego se había declarado mi enemigo desde el primer momento. Tal vez estaba aliado con el destino, ambos habían formado una oscura sociedad contra mi persona...

"¡Niall! ¡Harry ya se va!" avisó mamá desde el living aquel estúpido domingo.

Gracias, mamá.

El cuchillo en mi pecho necesitaba atravesar un poco más mi corazón.

Lo cierto era que había estado evitando recordar que ese día llegaría y que debía despedirme de Harry, pero debí de esperar sentado a que regresara mi vista, que tendría mejores resultados. No había contado con que el evitarlo, no lo hacía más llevadero, sino lo contrario.

Había estado rehuyéndolo todo el día, tenía miedo a que si estuviera demasiado cerca de él, dijera cosas que no quería y que me hundirían más en mi infierno. Como si tal cosa fuera posible... ¿podía estar más hundido en un pozo de por sí profundo?

Por la mañana, salí hasta las doce del mediodía en un paseo por las calles de Londres que ya reconocía y que me costaban casi nada recorrer. Pasé por los cafés oliendo el dulzón del café y los panecillos recién horneados, por las tiendas atiborradas de mujeres que hablaban en voz alta con otras, por la tranquilidad del parque rota a intervalos por la risa de los niños y el gorjeo de los pájaros...

De regreso, dije que estaba intentando volver a dibujar y que necesitaba estar a solas, obviamente ya lo había intentado y no había dado buenos frutos... y en ese momento, a esa hora, no sabía qué hacer. Me pregunté si serviría como excusa un segundo baño matutino...

"¿Niall?" llamó mamá del otro lado de la puerta.

"¿Sí, mamá?" pregunté evadiendo el tema para conseguir un par de segundosque me permitieran idear una excusa y no ir hasta él.

"Harry ya se va, quiere despedirse de ti" musito llegando hasta la cama donde estaba repantingado.

"Pero, mamá..." alegué sin saber qué decir.

"Pero, nada. No seas malagradecido" dijo ofendida y me tomó de la muñeca, tirándome hasta afuera. No puse resistencia porque me concentraba en mantener la calma. "No sé qué le pasa a este chico" explicó al final "Pero aquí está. Los voy a dejar solos, ¿sí?"

No, eso lo hacía peor.

Hubo un par de segundos después de que mamá hubo abandonado el living donde el silencio se tornó nervioso, no sabía qué decir y no tenía idea siquiera de si Harry aún estaba allí. Por un lado preferí que se hubiera ido ya.

"Bueno... Niall, fue un gusto trabajar para ti" dijo finalmente tocándome un brazo "Perdóname si en algún momento hice o dije algo que no te agradó. De verdad, me gustó mucho trabajar aquí."

"Agradezco tu ayuda, Harry" musité secamente intentando mantener el tono casual con todas mis fuerzas.

El chico frente a mí no tenía idea de todo lo que había hecho por mí. Me había devuelto a la vida cuando yo era apenas la sombra de Niall Horan, una persona que se odiaba a sí mismo, a su vida, a la de los demás. Él había hecho que la ceguera que tan terrible me había parecido al principio, se tornara en el evento más afortunado de mi existencia. Porque, gracias a la ceguera lo había conocido, gracias a aquel accidente volvía a estar enamorado, que Harry no me correspondiera era un punto amargo en medio de todo, pero no podía atarlo a algo como yo.

"No sé qué hubiera sido de mí sin ti" agregué en un susurro y hasta allí me permitía, todo parecía seguir bien.

"Espero que algún día nos crucemos por ahí" murmuró "Yo te saludaré, aunque lo más seguro es que tú ya no me recuerdes" dijo con una risa.

¿Estaba loco? Lo último que haría sería olvidarlo. Ya lo había intentado y no funcionó, tal vez si ya no contaba con su presencia... Sólo reí de manera poco convincente, ignorando el dolor en mi pecho.

"Sabes que cuentas conmigo, ¿cierto? Que quiero que sigamos siendo amigos..." Asentí con la cabeza. Lo que más deseaba era poder sentirlo como a un amigo. "¡Adiós, señora Horan!" cantó y mamá rápidamente apareció con su voz suave.

"Adiós, Harry. Agradezco todo lo que has hecho por mi chiquito."

"¡Mamá!" rezongué y todos reímos.

"Adiós, Niall" susurró él y acudió a abrazarme. Lo estreché entre mis brazos conteniendo las lágrimas.

Me pregunté si la vida nos tenía preparado algún momento en el que él y yo coincidiéramos, en cualquier parte, en la calle, en un supermercado; yo no lo vería por descontado, pero quizás y sólo quizás el si lo hiciera y con muchísima suerte de mi lado, tal vez me regalaría un saludo... Y si el destino nos tenía preparados para ambos un momento juntos, en alguna otra vida, quizás, en una donde yo no fuera algo tan opaco al lado de su creciente brillo.

Quería aferrarme con todas mis fuerzas a la esperanza de volver a tenerlo en mi camino, aunque lo mejor para mí sería no saber nada más de el, así sería más fácil olvidarlo... ¡Pero cuánto me costaba imaginar despertando sin la melodía de su voz!

"Adiós, Harry" susurré y posé mis labios en su mejilla, imaginando que eran sus labios y ése era un suave roce en ellos. Engañándome... una vez más.

Después de todo, mi vida era un engaño, vivía pensando en cosas positivas de dudosa realidad... pero una realidad que me mantenía vivo, al menos... y gracias a Harry, una vez más.

El se alejó lentamente, me dio un apretón en una mano y lo último que escuché fue la puerta cerrándose frente a mí.

Una sensación desgarradora se abrió paso en mi pecho y sentí como si Harry se llevara con el los órganos que originalmente estaban entre mis costillas, incluido el aire de mis pulmones y el latido de mi corazón que ahora apenas y se oía en aquel silencio sepulcral.

Todo sería más duro de lo que pensé.

>>>§<<<
Hoy publico lo que falta, si que si.
¡Buena lectura!