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-Jayce-
Una niebla fría salió del congelador cuando Jayce lo abrió. Miró adentro, apartando objetos fríos para encontrar su amada creación escondida e intacta en la parte de atrás. Sonrió mientras lo obtenía y cerraba el congelador.
Jayce desempolvó la fina capa de hielo que cubría el lazo rojo mientras caminaba de puntillas hacia el dormitorio que compartía con Carlos. Puppykins, el perro de Carlos, ladró a modo de saludo mientras se cernía sobre sus talones.
Jayce se rió entre dientes mientras la rodeaba, "Estos no son para que los consumas".
Carlos levantó la vista de hacer la cama, "Solo la llevé a caminar para que tenga hambre".
Jayce se detuvo al lado de la cama sosteniendo la caja, "Abrazos".
Carlos dejó lo que estaba haciendo y se enfrentó a Jayce. Sus ojos se clavaron en la caja con listón rojo. Inclinó la cabeza, "¿Es eso para mí?"
Jayce sonrió mientras se acercaba a Carlos, "Sí, te daría el mundo si pudiera, pero lamentablemente, la gente no cabría en esta caja".
Carlos reprimió una sonrisa cuando aceptó, "De cero a cien a primera hora de la mañana", lo abrió y sonrió, "¡Qué bien, chocolate!".
"Los hice solo para ti".
Los ojos de Carlos se abrieron cuando jadeó: "¿Hiciste esto?"
"Yo hice. Batí la crema batida y doblé el chocolate antes de cubrir esa mezcla con más chocolate. Era la primera vez que probaba algo así, pero aprecié sus chocolates caseros el día de San Valentín y deseaba corresponder".
Carlos se metió uno en la boca y sonrió. Sus pestañas florecieron cuando su sonrisa llegó a sus ojos, "¡Es tan bueno! ¿Qué tipo de chocolate?
"Tanto oscuro como blanco. Me alegra ver que lo disfrutas y espero que te mantenga con energía durante todo el día".
Carlos abrazó a Jayce, "Muchas gracias", comió otro chocolate, "¿Y tú hiciste estos? ¿Cómo eres tan bueno en todo?
Jayce se rió entre dientes: "No soy ni bueno ni malo en todas las cosas. Este proyecto de cocina en particular involucró tres ingredientes, simplemente obedecí las instrucciones".
Carlos frunció los labios mientras se limpiaba los labios con el pulgar, "Quise decir que quería superarte en algo y esperaba que cocinar fuera una de esas cosas".
"Puedes montarme en cualquier momento que lo desees, sin embargo, antes de que ocurran tales actividades, preferiría llevarte a un comedor".
Carlos echó la cabeza hacia atrás y se rió: "Jayce, cuando dije top, quise vencerte, no treparte". Empujó el pecho de Jayce, "Deja de crecer".
Jayce se cubrió el pecho y se rió mientras daba un paso atrás: "Eso me hace cosquillas un poco y hay partes de mí que siempre crecerán a pesar de mis mejores esfuerzos". Calmó su respiración y preguntó: "¿Estás dispuesto?"
