Chum [SoonChan]

Capítulo 2.

Chan entro en el gimnasio, donde se supone que deberían ser las audiciones. Todo estaba oscuro, pero se imaginó que así tendría que ser la escena. La música comenzó a sonar de la nada y eso fue lo que más le desconcertó.

—Lee Chan.

El nombrado se estremeció al reconocer aquella voz. Estaba jodido.

Se dio la vuelta dispuesto a salir, pero por más que estaba empujando la puerta, esta no cedía. Él tenía la culpa, debió saberlo desde que Jun le dijo en los baños, pero sonaba tan real cuando MingHao se lo confirmo.

—Pequeño, hoy no fue tu día... absolutamente no.

Las luces se encendieron y con ello vio a su pesadilla hecha persona en medio del gimnasio. Sabía que era extraño que Hoshi estuviera tardando en darle una paliza, pero también fue un idiota al decirle aquello en la mañana. ¿Desde cuándo tenía arranques de valentía?

Intentaba buscar una salida con la mirada, pero sabía que no encontraría nada, y es muy probable que el mayor haya cerrado los baños también, por si quería correr hacia allá.

Se había metido en ello solito y ahora pagaría las consecuencias.

—Lo siento hyung.

—No Chan, hoy las disculpas no te salvaran.

Lo vio acercarse. Esa mirada felina, parecía el ser más tierno que haya conocido jamás. Su cuerpo esbelto por el ejercicio y todas esas prácticas de baile. Con todo eso había soñado más de una vez el menor, y sabía que era un enfermo masoquista.

Hoshi no se fijaría en él, ni en un millón de años, pero ahí estaba, viendo el ceño fruncido del mayor hasta tenerlo cerca y recibir un fuerte golpe en el estómago que lo mando al suelo. Era débil, siempre lo fue.

Una patada fue lo que recibió después de empezar a recuperar el aire. No lo acusaría. Por más enfermo que suene, le gustaba que al menos pudiera tener así la atención del contrario.

—Admito que no iba a hacerte nada, pero cuando me llamaste imbécil enfurecí—lo tomo de la playera y lo alzo al aire. —No debes ser un mal niño Chan.

Su cabeza fue azotada con fuerza, haciendo que doliera y que lo último que viera, fuera la sonrisa de Soonyoung.

*

*

*

—Hola.

La sonrisa de sus labios se ensancho cuando lo vio cerca de él. JiHoon sentía que podría morir de felicidad. Sentía que todo era un sueño, porque se había informado un poco acerca de SeungCheol y aunque la mayoría de la información que logro juntar no le gusto, no debía juzgarlo sin conocerlo.

—Hola hyung—contestó tímido.

Ambos se sonrieron y comenzaron a caminar por el parque, SeungCheol tomo su mano y el menor no pudo evitar sonrojarse por aquella acción con la que había fantaseado toda la mañana.

—Quiero mostrarte un lugar...—fue lo único que dijo.

JiHoon solo se dejó guiar sin decir más.

Caminaron alrededor de cinco cuadras y entraron a un edificio muy iluminado. Ambos entraron en el ascensor y de vez en cuando se miraban, sonrojándose en el proceso.

Como adolescentes, eso los describía.

Antes de que el ascensor llegara a su destino, SeungCheol se colocó frente a JiHoon y besó su frente, para después tomar su mano y salir del lugar. El menor estaba demasiado rojo y de cierta forma emocionado.

Entraron en una de las tantas puertas del lugar y para cuando JiHoon pudo reaccionar, casi se cae de lo asombrado que estaba. Era un lugar no muy grande, había un piano de cola en el centro del lugar y al fondo, solo era una gran ventana con vista a la ciudad, lo cual era aún más hermoso, pues era de noche y Seúl era increíble.

Se acercó lentamente hasta la ventana para poder apreciar con más entusiasmo el paisaje. Sin duda era lo más hermoso que había visto en toda su vida, saco su celular y tomo una foto, debía enseñarle a Dino aquello.

Dos brazos se colocaron a su alrededor, atrapándolo entre el vidrio y cuerpo de la persona de atrás, se sintió especial cuando SeungCheol beso su mejilla de una forma delicada y más aún cuando una de sus manos se coló por debajo de su suéter rosa.

—Te digo un secreto...

—¿Cuál...?—contestó aún más nervioso.

—Estoy enamorado de ti.

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