Contradicción y confusión

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A veces el ser humano grita; de rabia, de odio, pidiendo derechos que no se merece, y rogando a personas que no se los dan. Pero en el eco de esos gritos se oyen lloros y quejidos; los nuestros. Lloramos porque no somos felices, no encontramos la felicidad en ningun sitio. Nuestros ideales se rompen, caen a nuestros pies, donde nosotros los vemos morir hechos trizas.

Pensamos que controlamos el rumbo, que no se tuerce el timón, que nuestro rumbo sigue recto. Pero un rumbo recto en una linea curva no es ir recto. Lo queremos todo pero tampoco sabemos si queremos estar solos, si queremos entristecer, si en verdad somos guays para los demas. Solo importan lo que piensen los demas, si es mejor que lo mio. Si vivir en orden, obedeciendo y yendo recto es aburrido, y los amigos nos ofrecen algo mejor, tomamos esa curva que nos lleva al mismo sitio; mentira. Aunque nos llevase, no llegariamos encima del mascaron de la proa del barco, saludando alegre a los que te reciban, sino que llegariamos arrastrados por las olas, magullados, y probablemente ahogados en ese mar que antes estaba a nuestros pies y que ahora, nunca lo hemos sentido tan cerca.

Retoma el rumbo, vuelve al camino y surca las bravas olas con valentía. Que al llegar te aseguro que tu dicha sera grande y que estaras curtido para poder vivir en paz, o al menos resistir la tormenta que choca ruidosa contra tu ventana mientras tú, sonriendo, sentado al lado del hogar miras esa ventana pensando "Yo una vez sufrí en ese lugar, lo pase mal, pero ahora esta atrás lejos de mí, y si vuelvo lo volvere a enfrentar con la bravura con la que lo hice antes.

Pequeñas reflexiones muertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora