oh Mickey, what a pity you don't understand

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-¿Te unirás al equipo?-Las chicas revoloteaban alrededor del rizado, quien mordía su labio inferior, pensativo.-Es nuestra oportunidad, Hazz, ¡ganaríamos todos los premios que quisiéramos contigo como reemplazo de la arpía de Kenia!

Harry frunció los labios, jugó con el dobladillo de su falda blanca y miró a todas las chicas. Kenia era un arpía de primera, hasta el lo sabía, pero, ¿era ese un motivo suficiente como para quitarle su puesto como capitana del equipo de porristas?

Claro que lo era.

-Tengo que consultarlo con mi papi...-Murmuró, Julianne, quien parecía ser la que representaba a todas esas chicas, lo miró con ojos esperanzados y después suspiró.

-Piénsalo bien, Hazzie, de verdad te necesitamos.-Julianne le dio una mirada de cachorro triste.-¿Qué te parece si nos acompañas a ver la rutina que estamos preparando para la competencia?

-Okay...-Susurró, Julianne y las chicas chillaron con emoción. Enroscaron sus brazos entre todas y comenzaron a caminar, toda la secundaria tenía los ojos sobre ellas. Atención.
Los ojos de Harry brillaron. Atención, mucha atención.

Cuando llegaron al campo en donde las chicas ensayaban, Kenia ya las estaba esperando. Le dio a Harry una falsa sonrisa y luego comenzó a gritarle a juliana y a las demás.

Decidió quedarse callado. Los gritos de Kenia se apagaron cuando Danielle, una de las amigas de Kenia, encendió la música haciendo que todas tomaran sus puestos.

La canción que salía de las bocinas le provocaba a Harry querer saltar tanto o más como lo hacían las chicas. Podía sentir la música en la sangre. Él sabía que tenía talento para eso.

Harry mordió sus labios de nuevo, ¿qué diría Louis de todo esto?









-¿Papi?-Susurró, tocando la puerta de la oficina que Louis tenía en casa.

-Pasa, bebé.-Respondió, Harry entró con las mejillas sonrosadas pues tenía visitas. Dos grandes alfas vestidos de traje se encontraban sentados frente a Louis.
Tan pronto como pudo, se sentó en el regazo de ojiazúl, quien daba una mirada dura a los hombres.

-¿Puedes esperar a que papi termine con estas personas?-Susurró en su oído, el rizado asintió mientras enterraba su rostro en la curva del cuello de Louis.-Muy bien, podemos seguir.

-Eh... señor, no creo que su hijo quiera escuchar.-Murmuró uno de ellos. Harry dio una carcajada silenciosa. Si ellos supieran.

-Abel, mi pequeño sabe todo lo que pasa en mi vida y en mis negocios. No tengo nada que ocultarle.-El hombre asintió, su nerviosismo podía olerse. Louis acariciaba la espalda del rizado.

-Bien... Ehm, los distribuidores están siendo eliminados. No tenemos idea de quién es pero lo que sí sabemos es que quiere reemplazar su imperio con el suyo.-Abel mostró una grabación en su tableta. Esas personas no trabajaban para su papi. Los hombres que se veían en la grabación, estaban vendiéndole Dios sabe qué cosas a un par de niños.-Definitivamente no son de los nuestros.

Louis suspiró, pellizcándose el puente de la nariz. Eran muchas zonas. Todos con el mismo problema. Él tenía sólo una regla, jamás debían venderle su mierda a los niños, les arruinaría la vida. En cambio, un adulto ya no tenía nada que perder, si se hace mierda es su problema.

-Tranquilo papi, lo vas a solucionar.-La dulce voz de Harry lo tranquilizó. Se frotó contra él y ahí estaban de nuevo esas ganas. Las ganas que tenía de marcarlo.
Y sabía que estaba mal, es solo un niño y es prácticamente su hijo. ¿Cómo puede ser posible que quiera marcarlo?
Pero es que con Harry todo era difícil. El control era un lujo muy caro cuando el rizado se sentaba en su regazo.

Luego de unos minutos, tras llegar a un acuerdo y despedir a los hombres, estos se fueron, dejando a Harry y Louis solos.

-¿No tenías algo que decir, bebé?-Susurró Louis, mientras acariciaba el muslo desnudo del niño. Harry se estremeció ante el tacto.

-Si, de hecho, es bastante importante...-Mordió su labio, no soportaría un "No" como respuesta.-me ofrecieron el puesto de Kenia en las animadoras, papi.

La mano de Louis dejó de moverse, el rizado se tensó pero no dejó de abrazar a Louis.

-¿Lo aceptarás?-Preguntó, volviendo a mover su mano. Harry asintió.-¿es lo que quieres?

-Tu sabes que siempre he querido ser capitana, papi, es como mi más grande sueño.-Chilló, emocionado.

-¿Usarás el uniforme?-Louis estuvo tentado a preguntar eso desde que Harry habló. Seguía estando mal, pero imaginarse a Harry en el uniforme de las animadoras era un motivo más que le provocaba querer marcar a Harry.

-Por supuesto, papi, si no lo usara no sería una de ellas.-Rio, mientras abrazaba con fuerza a su papi.

-Sólo quiero que tengas cuidado con los alfas después de cada partido. Uno no sabe qué cosas podrían ponerle a tu bebida.

Harry asintió eufórico, esparciendo cientos de besos por toda la cara del ojiazúl.

-Una cosa más, bebé...-Murmuró, Harry se detuvo para mirarlo a los ojos.-Prométeme que seré el primero en verte con el uniforme.

-Claro que si, papi.-Respondió, sonrojado.

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