flights

12 1 0
                                    

Aún recuerdo aquel día que te vi por primera vez; estabas en la banca de hasta el fondo del salón, escuchando música y en tu pequeño mundo. Todo mundo se burlaba, diciendo que eras la típica chica rara, la que se sentía especial por ser diferente.

Y tenían razón en algo: eras diferente. También especial, solo que tú nunca lo viste así.

También recuerdo la primera vez que me arme de valor y te hablé. Recuerdo como alzaste tu mirada hacía mí mientras te sacabas un audífono, tus ojos expectantes y brillando, nunca había visto ojos tan hermosos como los tuyos y no creo que lo vuelva a hacer. Me pediste que repitiera lo que te había dicho, y para serte sincero se me había olvidado, así que te pregunté qué escuchabas y tú solo sonreíste y me ofreciste el audífono que te habías quitado.

Y supongo que así empezó, ¿sabes? Ahora entiendo aquello que dicen, que la música une a las personas, es por eso que logré conocerte.

Pienso que ese es uno de los motivos por el cual decidí dedicarme a ella, pero es decir, tenía 16 años y no sabía que quería hacer con mi vida, pero tu estando ahí y diciendo que te gustaba lo que mis estúpidos amigos y yo, me alentaba más y más. Todo te lo debo a ti.

¿Recuerdas nuestra canción? Bueno, siempre la llamé así y nunca te dije. Aquella canción que escuchábamos el día que te besé por primera vez. Sé que pensabas que estaba decidido, confiado, pero para ser sincero, porque este es el fin de esta carta, es que nunca había estado tan nervioso. El miedo que tenía de que te alejarás después de eso era enorme, porque eras lo mejor que me había pasado en la vida y temía perderte.

Recuerdo ese día que estábamos sentados en aquella colina, desde donde se veían los aviones saliendo. Te prometí que algún día te llevaría a cualquier lugar que quisieras, en ese momento, mientras mis brazos te rodeaban y tu cabeza se encontraba recargada en mi pecho, sentía que todo era posible siempre y cuando te tuviera a mi lado.

Nunca dejabas de repetir como estabas harta de esta ciudad, de como si tuvieras oportunidad escaparías sin pensarlo, entonces te prometí que algún día escaparíamos juntos, volaríamos lejos de aquí.

Y así pasaron los años, cada día mi amor por ti crecía y me sentía más feliz, el hecho de que tú también lo hicieras era el mejor sentimiento del mundo, era como magia, pero recuerda lo que todos esos cuentos decían: toda magia viene con un precio.

Al parecer ese precio eras tú.

Todo iba increíblemente bien, todo era perfecto y no te cansabas de decirlo y yo de oírlo.

Estuviste ahí el día que firmé ese papel que haría realidad mis sueños. Recuerdo como sostenías mi mano y no dejabas de sonreírme, te veías igual de feliz que yo y tu sonrisa iluminaba la habitación.

6 años en el paraíso. Los mejores años de mi vida, ¿sabes por qué? Porque los había pasado con el amor de mi vida, y no me arrepiento de ningún solo momento.

Entonces subiste a aquel bote. Sabía lo mucho que odiabas el mar, le tenías miedo y te mareabas muy fácil, aquel día me di cuenta hasta después que sentías que algo malo iba a pasar.

Me arrepiento no haber puesto atención en aquel momento, la forma en que me abrazaste gritaba no me dejes ir, tus labios sobre los míos se movieron como si fuera la última vez. Y así fue.

Recuerdo haber escuchado el timbre de nuestro apartamento y pensar que eras tú. Recuerdo haber tomado el anillo que compré ese mismo día. Recuerdo que abrí la puerta con una enorme sonrisa y el anillo escondido tras mi espalda. Recuerdo que cuando el oficial se quitó el sombrero, mi mundo se desmoronó.

Y así de rápido pasó, lo peor es que tuvimos que enterrar un ataúd tan vacío como lo estaba yo, ya que mi corazón estaba contigo perdido en el mar.

Ahora estoy sentado en un avión, en el cual te hubiera podido llevar a donde quisieras, en el cual no puedo evitar buscar tu mano y luego darme cuenta que no estas y no volverás.

Nunca se lo he dicho a nadie, y mis amigos siempre me preguntan qué hago mirando por la ventana del avión, si no hay nada ahí.

"Me gusta ver el cielo" siempre les digo.

Pero tú y yo sabemos que eso no es verdad. Tu y yo sabemos que la única razón por la cual miro a través de esa ventana es para buscarte. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 06, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

FLIGHTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora