Ella va por ahí regalando sonrisas, llenando corazones de formas y colores, tratando que este mundo sea un mundo de sonrisas, ¡oh pobre soñadora! Este mundo se ha vuelto como un sótano oscuro, rodeado de dolor y agonía, de soledad y suspiros, de poesía y poetas rotos...
Sin embargo, sigo creyendo que en este sótano al que algunos llaman vida, aún existe una bombilla, una luz que te da esperanza, y ¿adivina que? Esa luz eres tú.