Había una vez un calcetín sin gemelo muy solo y triste llorando en la esquina.
Lo rescate y le prometí
hacerlo feliz busque botones perdidos encontrando muchos cafes,verdes y anaranjados le pregunte y quiso verdes.Le dibuje una sonrisa con muchos dientes y le di una nariz roja que bonito se veía.
Quería tener cabello y le pedí lana a mi abuela y se la puse en la cabeza y lo llame Roberto.
Ahora juego con el al teatro y con el gato con el calcetín azul que había perdido un zapato.