El agua del mar esta muy fría y no se nadar como disfruto la playa sin que me arrastre a lo profundo.
El barco que traje es muy pequeño y mi flotador era una dona y me comí.
Desde el muelle no veo ningún delfín que me quiera llevar sólo pescaditos columpiándose en las cañas.
En la orilla las olas me sacan en carrera con su espuma de rabia me intimidan y me quedo en la arena haciendo castillos.
No me gusta la sal en mis ojos no quiero sentir que estoy llorando y que mis padres me lleven a casa.