Capítulo 7

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Al día siguiente Rebeca empezó a arreglarse sobre las cuatro y media de la tarde y en aquel momento llamó Lucy a la puerta:
-Rebeca soy yo, ¿Puedo pasar?- Le dijo Lucy por detrás de la puerta.
-Por supuesto, pasa- le respondió Rebeca
-¿Pero por qué estas tan arreglada?- le preguntó Lucy sorprendida.
-Es que hoy tengo una cita con un chico llamado Cristian que me gusta muchísimo.- Le contestó de lo más contenta Rebeca.
-¡Te felicito!- Le dijo Lucy-Yo llevo toda mi vida sin ligar con nadie aquí y tu en menos de un mes ya lo has conseguido.- Le dijo Lucy.
Salió de casa a las cinco y media con la excusa de que quería ir a la Torre Eiffel ya que sólo la había visto en fotos o por la tele. Cuando llegó al lago encontró a Cristian con un niño de unos 10 años aproximadamente.
-Mira mi amor, el es mi hermano- le dijo Cristian- Se llama Bruno.-
-Hola Bruno, me llamo Rebeca y soy la novia de tu hermano, o al menos eso creo...- Le saludó amablemente Rebeca.
-Eso no lo dudes- le dijo bajito Cristian.
Pasaron una tarde maravillosa. Estuvieron quedando todos los días y Rebeca se iba enamorando cada vez más y más de Cristian. Sólo faltaban 3 días para que Rebeca volviera a su casa y cada día le iba diciendo a Lucy lo que hizo en el día con Cristian y lo muy enamorada que está de él. Esa misma tarde, Lucy fue a la cocina a merendar y escuchó como su madre y y sus dos hermanas iban caminando hacia el salón y se sentaron en el sofá.
-Jajaja no me puedo creer que la idiota de Rebeca se haya creído que Cristian está realmente enamorado de ella.- Dijo la madre. Lucy al escuchar esto se escondió debajo de la encimera para seguir escuchando lo que decían.
-Si mamá, tu plan de hacer que mi ex novio se haga pasar por el novio enamoradísimo de nuestra prima la fea era brillante.- Dijo una de las hijas mellizas.
-Si y lo mejor es que Cristian a dicho que Rebeca le a propuesto que vaya con ella a Madrid ya que él no estudia jajaja.- Dijo la otra melliza.
Lucy, al escuchar esto, se fue corriendo a la habitación de Rebeca a contárselo. Ella no lo podía creer, derramó más lágrimas de las que había derramado en toda su vida.
No esperó dos días más y se montó en el primer avión que iba aquel día a Madrid. Al llegar saludó a sus padres y se marchó a su cuarto corriendo a llorar. Sufrió mucho pero aprendió del gran error que cometió en haber confiado en un desconocido. Y a pesar del dolor conoció a grandes personas como Lucy y como su tío.

El Viaje De RebecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora