La Primera Vez

II

En ese entonces, yo tenia novia, la cosa no era tan funcional del todo, pero en fin ¿que se podía hacer? Al cabo de un tiempo terminamos y podría decirse que "me libre de todo mal" algunas veces pasaba frente a su salón y la observaba usar un sueter blanco de gatos negros, mientras platicaba con su selecto grupo de amigas, o leyendo mientras escuchaba algún artista de su agrado. Me habria encantado armarme de valor para poder hablarle, pero no fue así. Paso un largo tiempo y yo la seguía observando sin que se diese cuenta. Se vea tan hermosa, nunca antes una mujer me había logrado cautivar tanto en tan poco tiempo, fue en ese preciso momento en el que me dije a mi mismo: te jodiste.
-No no, no puede ser posible. Me decía mientras, como de costumbre a las 12:30 exhalaba el humo de un cigarrillo por mi boca.
- Yo creo que si.
- Callate.
Era la pelea que tenia habitualmente con mi otro yo. Ya saben esa voz "rara y desconocida" que te murmura cuando estas a punto de tomar una gran decisión o cometer una vil estupidez.
-¡Basta!
Grite a la nada mientras todos en la parada voltearon a verme como si en realidad estuviera peleando con alguien.
- Lo estas haciendo, imbecil.
-¿de nuevo tu? ¿acaso no te cansas de joderme la existencia?
- Lo haré hasta tu ultimo y miserable suspiro de vida.
Terminaron las vacaciones y nos fue asignada la entrega del área. Ese dia lleva una camisa color azul, con un decorado de anclas, pantalón negro, y unos tenis color azul marino. Como de costumbre, lleve mi mochila como buen samaritano, pues es una costumbre que tengo desde que hago uso de razón, sin ella me siento desnudo; tal y como siempre, llegue tarde a la entrega de área y corrí rápidamente a ver cual era mi área asignada: Humanidades. No era lo que quería, pero ¿que se podía hacer? Mientras iba caminando buscando a un grupo de amigos, la volví a ver. Allí estaba ella, tan radiante como siempre, con sus cabellos sueltos, danzando incesantemente por la brisa del aire con su blusa azul y ese pantalon de mezclilla. No la vi con ojos de lujria ni deseo, hasta yo esta sorprendido. En ese momento tuve algo asi como dos opciones, la buena y la mala.

La buena: había encontrado a mi grupo de amigos.
La mala: estaban con ella.
Aunque pensándolo bien, creo que fue una conspiración por parte del universo para poder hablar con ella. Tome valor y me acerque a ellos,
- ¿tienes tus resultados? Preguntaron en una especie de euforia, todos habían quedado en la que deseaban; todos menos yo.
- recursos humanos. Di una bocanada de aire y sin darme cuenta, ya estaba frente a ella.
Aun recuerdo verla como jugaba con su cabello mientras sonreia..
- Maldita sea, que hermosa es. Exclame en mi mente mientras me ahogaba en sus profundos ojos.
-Hola. Dijo con un tono de voz muy dulce.
¿que hago? ¿que respondo? No puedo quedar como un tremendo imbécil. Dicen que cuando conoces a tu alama gemela, los latidos de tu corazón se aceleran, por la emoción de volverla a encontrar; después de haber vagado por el mundo, te sientes completo. Pero creo que eso es una vil mentira. Pues si es tu "alma gemela" no deberías acelerarte, o ponerme nervioso, simplemente debes sentir paz por que después de todo: ella ya te conoce a ti, y tu a ella.
- Hola ¿que tal?. No habia nervios, estaba calmado, me sentia en paz. Como si todo a nuestro al rededor se hubiera desvanecido y solo existiéramos ella y yo.
El intercambio de palabras continuo por lo que creo fueron minutos, pero en realidad, sentí horas.
- Vuelvo en un momento, tengo que ir al baño. Dije antes de que la orina comenzara a brotar de mis pantalones. (Como siempre, mi organismo arruinando momentos). Cuando regrese ya no estaban, se habian ido
-Como siempre. asentí con la cabeza.
*ring, ring, ring*
- ¿Aló?
- vamos a ir a desayunar, te vemos en casa de xitlali.
- ¿Por que carajos no me esperaron?
- sabes, el hambre es perra, y quien la aguanta, aun mas.
- Solo fueron dos putos minutos
- Ya princesa, deja de quejarte y ven para acá.
Aborde el primer camión que vi y emprendí la travesía de recorrer la ciudad.