En lo personal, debo reconocer que no estaba preparado para lo que vendría después.
- Entonces eliza, cuentame... cuentame un poco mas de ti.
- Pues, tengo 16 años...
- ¿Enserio tienes 16? Pregunte con cierto asombro
- Si, ¿cuantos aparento?
- Sabes, te vez como de unos 18.
Rápidamente ingeri un poco de soda para pasar el amargo trago de la verdad.
- Si, es algo que me dicen muy a menudo. ¿y tu? ¿cuantos años tienes?
- Adivina...
- No lo se, ¿15 o 16?
- 17 para ser precisos. En unos meses mas cumpliré la mayoría de edad y podre hacer de manera legal todo lo que ya he hecho. Pero ya, basta de palabreria, continua.
- Oh, claro. Pues...
Y justo antes de que pudiera decir alguna palabra, fue interrumpida por esa jodida voz chillona:
- ¡ELIZA, HAN LLEGADO POR TI!
- Oh, vaya, creo que tengo que irme.
- Si, eso parece.
- Nos vemos luego.
-Nos vemos luego amor mio. Dije entre mis pensamientos antes de que atravesara la puerta.
Ni bien se había marchado, comenzó la ola de preguntas:
-¿te gustó? Exclamo Romina. Sabes, se verían raros juntos
- Si, como que no quedan. Dijo Daniel. Ella es inocente, cerrada, muy preocupada por sus estudios y...
- Dejame adivinar: ¿lo contrario a mi?
- Asi es, lo contrario a ti.
- Ya ya niñitos, dejen de hablar de asuntos pre-maritales y a lo que venimos exclamo Xitlali entre risas.
- Vuelvo en un momento, tengo que ir al baño.
-Apresurate, el juego esta por comenzar. Dijeron todos al unisono.
- Comiencen sin mi.
Me levante del sofa donde esta reposando y vi la silueta de mi trasero hundía. Por alguna razón me resulto gracioso y decidi soltar una leve carcajada. Fui al baño, pero no para utilizarlo, sino para pensar. En lo personal me siento cómodo allí, siento como todas las ideas se organizan, es una especie de recinto sagrado que nadie puede perturbar.
Vaya, vaya, vaya así que elizabeth.
- Si, ¿acaso no escuchaste bien?
- Enserio, ¿tu de nuevo?
- Que esperabas, podría decirse que soy parte de ti... no, espera, soy tu y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Algunas veces suelo odiar que "El" comparta espacio conmigo, o yo con el, como sea. Me resulta un tanto, no se ¿incomodo?.
- ¿Enserio? ¿quejándose con el lector? Que marica es usted compañero.
- Largo, intento escribir.
Como sea, me puse a pensar en ella, en su hermosa sonrisa y cuando la volveria a ver.
- Hey, ¿ya vas a salir? Llevas 15 minutos allí ¿te cayo mal la comida?
- No, salgo en un momento.
Me levante de la taza, me vesti, lave mis manos (por costumbre) y salí.
- Vaya, por fin sales. Exclamo Romina como si hubiese pasado siglos allí parada. Toma, alguien te dejo esto.
Saco de su bolso una bolita de papel.
Que suerte tienes.
- ¿Ah? ¿De que hablas? pregunte asombrado.
- Solo abrelo y ya. Por alguna razón desprendió una sonrisa como si algo hubiese terminado de hacer.
Cuando desenvolví el papel no podía creerlo. Decía lo siguiente:
Espero te entreguen este papel, aquí esta mi numero, espero tu llamada para poder seguir hablando de la inmortalidad del cangrejo.
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La Primera Vez
DiversosTodos hemos tenido nuestra primera vez en algo. Desde respirar, comer, domir. Hasta viajar, probar alguna droga y tener sexo. Pero ¿que pasa cuando te das cuenta que te enamoras de alguien por primera vez? Y no hablo de su fisico ni de su intelecto...