¡Ya llegamos!

Volpina y Queen Bee al rescate.

Una chica de traje rojo se encontraba en el suelo, sus típicas coletas no estaban, en su rostro tenia pequeñas heridas con sangre brotando de ellas.

Lo que se encontraba frente a ella era un akuma, sin embargo no era uno cualquiera.

Ese akuma, era Chat Noir. Adrien Agreste.

Su mirada mostraba horror, confusión, se sentía perdida. No podía luchar sin su compañero, y mucho menos contra él por más que intentara alejarse era inútil, la tenía donde la quería.

Cuando la esperanza se fue, y la heroína no tenía otra salida, ellas llegaron, una chica castaña de ojos color miel, la cual claramente portaba un traje muy parecido al de Volpina. Y a su lado, una chica con un traje amarillo con vistas negras, sus ojos azules era cubiertos por una máscara la cual ocultaba su identidad y su cabello rubio recogido en una coleta.

"No te preocupes Ladybug" Decía la rubia poniéndose frente a la Peliazul

"Nosotras te protegeremos" Complemento la morena parándose a su lado.

Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de la Peliazul, "Gracias" susurro dejando ver una leve sonrisa.

"Chat Noir, no queremos hacerte daño" grito la morena

"O quizás ¿Si?" opino la rubia

La morena rodo los ojos fastidiada ante la actitud de la rubia, de cierta manera le recordaba un poco a alguien.

Ladybug observaba dudosa al par, sabía que una era Volpina, sin embargo.

¿Quién era la otra chica?

3 días antes.

Ladybug se encontraba patrullando, la luna y las estrellas adornaban esa hermosa noche, sin embargo, la chica se encontraba sola. Desde hace unas noches, el héroe Chat Noir actuaba extraño.

Unos días antes, la chica menciono frente al gato que no estaría mal darle una oportunidad, debido a que su "Crush" jamás le prestaría atención. Después de ese momento, el distanciamiento del chico fue realmente notorio.

Esas palabras no podían salir de la mente de la chica, se sentía culpable. ¿Acaso dijo algo malo? Quizás lo lastimo ¿Se sintió como plato de segunda mesa? Ella no quería que el pensara eso, pero así fue.

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Adrien se encontraba en su habitación, todo estaba en completo silencio a excepción de un pequeño kwami el cual comía como siempre.

Un suspiro escapo de los labios de Adrien, al ver como su lady pasaba por los tejados. En su rostro se notaba preocupación, él sabía que ella lo buscaba, sin embargo no le encontraría. En su mente rondaba esa escena, la cual lleno en el peor de los momentos.

"Quizás no estaría mal darte una oportunidad" 'el conocía a su lady, sabía que a veces hablaba sin prensa, y podía malinterpretarse, pero él lo entendió perfectamente.

Sin embargo, justo ese día, alguien más había hecho su corazón latir. Marinette, esa chica hermosa y valiente, la cual se sentaba tras de él, había llamado su atención de una manera especial. Ella estuvo ahí cuando él necesitaba a alguien. A lo que él solo respondió "Me alegra tenerte como amiga"

Ambos se rechazaron indirectamente, ella intento superarlo de manera positiva, sin embargo, a él no le iba tan bien.

Su mente estaba confundida ¿Su lady? ¿Su Marinette? Se sentía extraño, ya se refería a ella como 'Suya'.

Entre pensamientos y búsquedas, el siguiente día llego.

Marinette estuvo lista temprano, cosa que era raro para ella debido a que no solía levantarse a tiempo, sin embargo, ella ni siquiera había dormido esa noche.