006.

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Brooke.

Días después..

Melissa estaba saltando haciendo que todas nuestra fila de asientos se moviera y como consecuencia me despertara. Acostumbré mis ojos a los finos rayos del sol que salían de las ventanas del avión y estiré mis brazos.

— ¿Quieres cambiarte ya de ropa?— pregunté a la niña. Me asintió bruscamente. Me reí y la tomé en brazos para que saliéramos al pasillo. Yo debía tener un aspecto horrible, casi un mes sin bañarme, era horrible vivir así. Mis heridas ya habían prácticamente sanado pero una fea cicatriz quedó en mi abdomen. Por seguridad yo debía seguir usando un parche.

Luego de cambiarnos y arreglarnos ambas salimos a tomar el sol. Hoy era día de descanso y por lo tanto nadie trabajaba a menos que alguien lo quisiera hacer. Días como estos Melissa y yo solíamos ir junto a la orilla de la isla y buscábamos tesoros.

Divertido, ¿no?

— ¡Un tesoro!— gritó ella y corrió en busca de algo que brillaba en la arena. Me senté sobre una chaqueta sucia que tenía sobre la arena y esperé a que Melissa trajera su tesoro. — ¡Mira!— dijo ella una vez que llegó a mi lado y me mostraba lo que había encontrado. Era un anillo, un anillo de verdad. No esos de juguetes que se oxidan y luego no sirven.

Meli me lo entregó y se lo puse en su dedo índice. — Me queda gande. Póntelo tú.— me dijo triste. Ella tomó de mi mano y me lo probó, para mi suerte me quedaba un poco suelto pero no se salía. Ella dibujó una sonrisa en sus labios. — ¡Más tesoros!— gritó corriendo al otro extremo de la playa mientras yo la observaba.

— ¿Lindo día, no?— dijo alguien sentándose a mi lado.

— Perfecto para descansar, ¿No trabajarás hoy?— le pregunté a Thomas.

— Prefiero descansar, me esforcé mucho estos días. ¿Ya escogiste tu trabajo?

— Estoy entre dos opciones, seguir arreglando el avión las maletas y el orden o buscar frutas en árboles lejanos. Aún no me decido, por un lado me encantaría recoger frutas y por el otro tendría más tiempo con Melissa. ¿Qué crees tú?

Dudó un poco antes de responderme. — Arreglar el avión es un poco aburrido, pienso que deberías buscar alimentos y no creo que sea problema llevar a Melissa. Aparte hay una chica que también va en ese grupo y podrían hacerse amigas.— ¿Una chica? ¿Qué chica?

— Oh, ¿en serio? Bueno, creo que ya me decidí entonces.— intenté desviar el tema, no quería hablar de "esa chica".

— ¿Thomas? ¿Qué haces con mi novia? ¿Me estás engañando Brookie?— dijo Jacob posicionándose delante de nosotros haciéndose el herido. Siempre hacía este tipo de cosas, hace unos días me contó que él en su vida pasada era mujeriego, nunca había tenido una relación seria y usaba a sus novias. Típico chico popular. De Thomas, no sabía muchas cosas pero lo que sí sabía es que podía lucir serio pero por dentro era bastante tierno.

— Jacob...— dije en tono de que parara, me ponía bastante nerviosa.

— Bebé, ¿Ya me pusiste los cuernos?— ambos reímos y Thomas rodó los ojos. — ¿Dónde está nuestra hija?— ah sí, solía llamar a Melissa "hija" y yo sería la Madre. Melissa pretendía jugar con nosotros a eso y Jacob se aprovechaba de la situación.

Desastre AereoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora