Cap~8

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•Dejate amar•

Taehyung estaba dispuesto a retirarse, pero una suave mano jalo de él, haciéndolo caer en unos brazos protectores con tanta fuerza que no le permitirían escapar.

"Jungkook..."

"Shhh, ya has dicho suficiente"

El pequeño estaba llorando y es que ¿Quien sobrevive a una confesión así?

"Jungkook, no podemos estar..."

"Que te calles"

Jungkook volteo a su mayor, quedando así frente a frente, Taehyung recargaba su cuerpo encima del ajeno.

El menor no paraba de llorar y sonreír dolidamente.

"Perdón"

"Besame"

"¿Que?"

"Te ruego que me beses, besame como hace unos minutos, sin importar nada, besame rompiendo las reglas, besame tomando mi alma, besame con amor, sólo... besame Taehyung"

El mayor extrañado por la insistencia de Jungkook, lo tomó por las caderas y este cerro los ojos, Kim empezó a juntarse poco a poco, mientras lentamente Jeon pasaba sus brazos hacia su cuello.

"Te conozco de toda la vida, así que puedo decir esto creo que... Te amo Jeon"

"También te..."

No lo dejo terminar y es que entre más dejaba salir estos sentimientos, lo lastimaba aún más, sabía que tenía que alejarse, sabía que no podían estar juntos, sabía que esto no funcionaría, por favor... Un demonio enamorado de su humano... que estupidez.

Pero era cierto, era real y lo podían sentir ambos.

Beso esos labios suaves y con un sabor dulce impregnándose en su memoria, lo tomó con fuerza hasta subir su cuerpo para recargar su cabeza en el lateral del sofá, rozaba su cuerpo con el ajeno, parecía que lo conocía muy bien aún sin mirarlo.

Llevo las manos del menor arriba de su cabeza, reforzadolas con su mano derecha y con la izquierda hizo magia.

O eso es lo que sintió Jungkook.

Levantó la polera hasta su pecho y tocó su piel hasta erizarla.

"Eres tan delicioso"

Lo malo de Taehyung, a parte de ser un demonio, era que no sabía medir sus palabras, nunca había dicho palabras dulces, siempre habían sido insultos, maldiciones y un sin fin de pensamientos malos.

"Ta.. Taehyung... ah tus manos están frías... mmh"

Tae rió y beso el cuello del chico, dejando pequeñas marcas rosadas notables.

"Jamás lo he hecho"

Taehyung trato de no verse estúpido y de ocultar su rubor intenso.

"Yo tampoco"

El pequeño estaba con los ojos cerrados dejándose llevar por aquella mano que masajeaba su torso y parte de su ya marcada "V" que dejaba ver sus pantalones a la cadera.

« EN LA MIRA »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora