Magi OneShot°s

La sonrisa del Rey

Las Aves, el sol, el estrepitoso viento que balancea  de un lado a otro las cuerdas que sostienen las velas del barco, el mar, el bellísimo mar que se encuentra en frente mío moviendo la embarcación que me transporta a una isla al otro lado del país, el sonido del estribor al chocar con las olas y su resonancia de aventura que he esperado por tanto tiempo, todo absolutamente todo es hermoso y divertido.

Al fin iba a descubrir aquello que había leído en libros.

-¡Joven Alibaba! 

Una voz  algo lejana se alzo en mi llamado. 

-¡Joven! - vuelvo a ignorarla y continuo observando el cielo mientras  un ave lo atraviesa.

La persona dueña de esa voz tocó mi hombro para llamar mi atención.

-¡Eh! Hola Señor Barkak. 

-Disculpe que lo moleste pero su padre me ha mandado a  verlo. 

-¿Mi papa? - pregunto confundido - ¿El rey quiere verme?

Mi emoción es grande nunca antes el rey me había llamado.

-Su majestad quiere que lo lleve con las sirvientas para que lo preparen. 

-¡Ah! Eso - decepcionado doy media vuelta para poder seguir mirando al cielo. 

-Ya estamos por llegar joven Alibaba, es necesario cambiar sus prendas - me apresura. 

-¡Es cierto! - le brindo una sonrisa enorme a Barkak que ha sido uno de los más antiguos soldados del palacio, acompañante y mano derecha de mi padre.

Corro hacia él para tomar su mano porque aún era muy pequeño para atravesar el barco por mi cuenta sin perderme. 

-Joven Alibaba, sabe a qué ha venido su padre.

Le asiento con la cabeza. 

Esta reunión era importante, hablaríamos con comerciantes de la isla del sur para poder cerrar un negocio que permita vender sus productos con otros países.

Los maestros me han enseñando todo en el palacio desde economía hasta geografía incluso valores, todo lo que fuese necesario para volverme una persona culta y responsable para poder llegar a manejar un país. 

Pero eso jamás estaba en mis pensamientos tenía dos hermanos mayores que  disfrutarían de eso mas que yo. 

A mi me interesaban otras cosas... 

Las aventuras por ejemplo. Adoraba leer "Las aventuras de Simbad" cada que tenía tiempo libre o más bien cada que no tenía que aprender nada nuevo como tratados con otros países y como cerrar un negocio al otro lado del mundo, no se me deba mal estudiar pero no era algo que me emocionara mucho.

-Mi papa.... - detengo mis palabras para corregirlas - El rey ¿Cómo se encuentra? 

La mirada de Barkak  se enfoca en mí con una dulce sonrisa .

-Él al igual que usted se encontraba admirando el paisaje, al parecer está muy animado. 

-¡Que bueno! - expreso con cierta nostalgia por no poder acercarme lo suficiente a él.

Me quedé callado el resto del camino hasta llegar al camarote principal donde se encontraban las sirvientas que cuidaron de mi desde el día que llegue al palacio.