Te encontré

160 2 0
                                    

Era una tarde de verano.

Él estaba sentado sobre una rama en la cima de un arbol de melocotones repleto de frutos frescos.

El viento del este sopló tan fuerte que mis cabellos se alborotaron en frente de mi rostro, era dificil poder ver con claridad lo que estaba haciendo.

Sin embargo podía verlo, observando hacía un punto lejano en el horizonte con una mirada triste. Podía sentir como esa puesta del sol consumía la energía que minutos atrás tenía.

Era hermoso, es decir, el sol era hermoso. Él era un idiota.

-Te encontré - le dije - ¿Por qué has tenido que correr tan rápido?

Ni siquiera se inmutó por mi pregunta. Seguía mirando a lo lejos ignorandome.

-¡Oye! ¿Me escuchas?

Se para sobre sus pies y siguiendo el rastro del horizonte con sus ojos da un salto para bajar de la copa del arbol.

Por un momento me pareció verlo cayendo desde lo alto como en camara lenta, con su cabello negro en una trenza aterrizando con toda gracia sobre el suelo.
Al mismo instante que el descendía podía sentir como algo en mi interior brincaba a una velocidad increíble.
Repuse mi cuerpo volviendo a la postura que me enseñaron debo tener. Espalda recta, cuello alzado y sonrisa que denote seguridad.

Seguridad. La misma que sentía desvanecerse mientras caminaba hacia a mí.

Sus ojos rojos me evadian mirando de nuevo hacia un punto lejano de manera fría, eran rojos totalmente rojos. Cualquiera pensaría que era un demonio pero por alguna razón yo no lo sentía así.
Caminó al lado mío sin prestarme la mínima atención.
Tan engreído.
Enojada doy un golpe al suelo con mi pie y agarro la trenza del niño que hacia que mi ira se incrementara de un momento a otro.
-Tontoooo! - le grite al oído mientras sostenía su cabello para detenerlo.
-¿Que crees que haces? - me respondió enojado dando un paso lejos de mí.
-Solo me aseguro de que no seas sordo
-¿Quien te dio permiso de agarrar mi cabello?
-Pensaba perdonarte lo que hiciste, pero eres un tonto.
-¿Lo que hice?
-No te hagas el desentendido.
-Neh. No se de que me hablas enana.
-¿Enana?
-Si, enana. Creo que la sorda eres tu.
Era un completo idiota.
Coloco sus brazos encima de su cabeza y dio media vuelta para irse.
-¿A donde vas? - le pregunte enojada.
Coloco mis manos en puño y camino desenfrenada para poder detenerlo.
De repente se detiene, dió media vuelta para ponerse en frente mío y miró directo a mis ojos
-¿Por que me sigues? No seas molestosa.
-Tu - Señaló con mi dedo índice a su pecho - Eres muy desagradable, terminaste con todo el esfuerzo mio y de Ka Koboun.
-¿Quien es Ka Koboun? - vuelve a colocar las manos sobre su cabeza y con los labios fruncidos se acerca a mi rostro.
-Eres esa princesita débil de la que todos hablan en el palacio ¿Cierto?
Sorprendida y aterrorizada porque supiera quien era yo, doy un paso atras.
-Tu tu tu- tartamudeo - Como es que sabes eso.
-Tienes una voz muy chillona. Porque no regresas a llorar a tu alcoba.
-¿Quien eres? - vuelvo a dar otros pasos atras y con mi dedo temblando le sigo señalando - Y por que razón invades mi hogar.
-¿Hogar? Dices. - una media sonrisa de pronto apareció en su rostro oscurecido.
-Realmente crees que este lugar es tu hogar.
-Claro que lo es. - Le afirmó con total seguridad.
-Solo porque vivas en el, no significa que sea tu hogar.
Terminó de hablar y esta vez definitivamente se marchó.
Me había costado tanto seguirlo.
Después de ver como dañaba el huerto lleno de flores que con tanta pasión y dedicación Ka Koboun y yo habías logrado tener, corrí tan fuerte para no perderlo de vista.
-Princesa ¿En donde estaba? - Ka Koboun se acercó a mi apenas ve vió llegar a mi cuarto - ¿Le sucede algo, princesa?
-Oh, aquí estabas - hablo aun perdida en mis pensamientos -¿Por que no hiciste nada Ka Koboun?
Agacho la cabeza un poco avergonzado y se disculpó.
-Usted comprenderá que hay ciertas reglas que respetar.
-¿De que hablas? Estoy triste y solo se te ocurre hablar de reglas.
-No sabe quien es ¿Verdad?
-No, y si lo supiera iría a buscarlo donde quiera que este.
-Es el niño horaculo del Imperio
-¿Horaculo?
Después de varios minutos de de pancartas y dibujos creados por ka Koboun que me explicaran la situación comprendí la razón por la que nadie le reprendió.
-Así que por eso hacia esas cosas.
-¿Que cosas, princesa? - Pregunta algo confundido mi guía
-Ya sabes, esas cosas como volar y lanzar hielitos donde sea.
La cara de Ka Koboun cambio de interesada a una mueca un poco rara entre una sonrisa fingida y un ocio decepcionada.
-Apenas y se da cuenta, princesa.
-Entonces ¿Que haremos ahora? - le pregunto aburrida mientras observo por mi ventana el pequeño campo que habíamos logrado levantar, todo destruido por pequeños rayos que horas antes el pelinegro habiab lanzado tratando de practicar nuevos hechizos.
-No se preocupe princesa - adopta una pose se superhéroe exagerada y señala la ventana.
Por un momento creí que haría lo que fuera para que el niño pague por lo que hizo, sin embargo...
-¡Vamos a rehacerlo! - grito emocionado y lleno de confianza.
Mientras yo seguí aburrida mirando por la ventana.

Hola pequeños lectores, les traigo algo nuevo, aquí no termina habrá una segunda parte que espero les guste.
Para saber que habrá cada semana pueden seguirme en mi cuenta publicaré pequeñas pistas sobre la siguiente ship o personaje que aparecerá con un One shot propio. Compartanlas comentelan y díganme si esperan ya leer la segunda parte.
❤❤❤❤❤

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Magi OneShot°sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora