Me ha cautivado con una simple palabra, me ha quitado el aliento con su hermosa mirada, me ha hecho llorar con su amor hacia ella y su cariño hacia mí, me ha robado mi corazón con su personalidad, tan honesta, tan humilde, tan maravillosa. Me ha cautivado sin que yo lo quisiera. La primera vez que lo vi, supe que quería conocerlo.
Todo comenzó en una elegante pero divertida fiesta de una divertida amiga, Sophia. Sentía los nervios recorrer todo mi cuerpo, antes, cuando una jovencita cumplía los quince años, se hacía una celebración para casarla con un hombre de bien que los padres decidieran en vez de la jovencita. Pero ahora no, en estos tiempos, ahora es todo lo que los jóvenes quieran y eso a veces está bien, pero no para mí que no se bailar la ''música'' moderna que solo consiste en mover las caderas de manera provocativa y seductora. Sí, solo me quedé sentada observando como los demás bailaban. Había llegado la hora de que la respectiva alma de la fiesta bailara con todos los muchachos del lugar. Pasaron muchos, Sophia era muy sociable, hasta que te vi. No te había visto bien, ya que había mucha gente observando y mi estatura no era la ideal en ese tipo de situaciones, pero supe que eras un muchacho muy alto y apuesto. No supe de ti después del baile. Yo me había levantado de la mesa para ir por algo de comer, cuando estaba a punto de regresar, te vi sentado con tu amigo, parecían muy aburridos, hasta que el otro chico se levantó y se fue, así que fui a saludar y a sacar tema de conversación, mis conversaciones eran muy tontas y sin sentido, pero eso te lo hizo reír. Tu sonrisa era tan hermosa que sentía la sangre correr por mis mejillas. Yo pensé que tenías dieciocho años, pero no, tenía mi edad. Pensabas que yo tenía doce años, eso sí que no me hizo gracia.
- Me llamo Nathaniel.
- Un gusto, me llamo Julieta. Al estrechar su mano, sentí una dulce calidez, que no quise volver a soltarla.
No sabía que con quien habías ido a la fiesta ya que te fuiste hasta muy tarde con otro muchacho de tu edad. Antes de irte, te había pedido tu correo para mantenernos en contacto, me lo diste con gusto. Cuando te fuiste, ahora si empecé a bailar, ya que me daba vergüenza bailar enfrente de ti con mis dos pies izquierdos y mi pésimo equilibrio. Finalmente los padres de Susan (mi amiga con quien había ido a la fiesta) dijeron que nos podíamos ir, me fui con ellos porque mis padres estaban muy cansados para manejar hasta el salón. En el camino a mi casa, no podía parar de pensar en ti, Nathaniel, en tus ojos, tus manos, tu sonrisa, tu cabello, en tu nombre, en ti.
Durante días no pude parar de pensar en Nathaniel, pero sabía que tenía que concentrarme en mis tareas y trabajos finales en mi último año de secundaria. Los primeros dos años no había sido tan aplicada. Mis amistades se iban desmoronando a excepción de algunas verdaderas amigas que si me querían. Un día cualquiera, el cual ya no recuerdo, una ''amiga'' que se había vuelto hipócrita desde la fiesta de Sophia, nos invitó a mí, a Daniela ya otras amigas más. Después de eso, me pidió que invitara a Nathaniel. Sentí mucha alegría, ya que por fin lo volvería a ver. Ese preciado viernes llegó, estaba tan nerviosa, pero con tan solo verlo me tranquilizaba. El resto de la tarde-noche no hicimos más que molestarnos de broma.
No podía dejar de sentirme celosa cuando hablabas con Tamara de forma coqueta, pero en ese entonces sabía controlar mis celos y dejaba que mi orgullo saliera de su escondite. Aunque después tú volvías a alegrarme y hacer que me tragara mi orgullo y mis celos tomaran un descanso. ¿Por qué tienes que ser tan encantador?, ¿Por qué no puedes dejar que te odie tan solo un instante? Aunque, sé perfectamente la respuesta: porque odiarte sería como lastimarme a mí misma. Soy una obsesiva, lo sé.
Después de esa salida, empezamos a hablar con más frecuencia. Eras y eres tan divertido. Aunque, siempre ha habido algo en ti que no me ha gustado, quizás es la forma en que dices alguna broma. Ese pequeño detalle que te hace imperfecto, ese pequeño detalle que me hace dudar si querer ser algo más que tu amiga. Pero ese detalle se hace enorme si lo piensas. Oh Nathaniel, ¿Por qué no puedes cambiar en eso?
No puedo dejar de preguntarme: ¿Si yo fuera tu novia, harías lo mismo con otras amigas tuyas? No lo entiendo, eres perfecto pero a la vez imperfecto. ¿Acaso eres perfectamente imperfecto? No lo sé. Oh Nathaniel, ¿Por qué no puedes cambiar eso?
Después de pasar días reflexionando si de verdad me gustaba, llegué a la conclusión de que lo mejor sería que no lo viera como algo más. Pero mientras más me convencía de esa idea, más me gustaba. No pude evitar no checar su perfil en Facebook (como si nadie lo hubiera hecho) me enteré de esa horrible noticia: tenía novia. Pero ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué? Esto no puede ser, ¿Por qué todo lo malo me pasa a mí? Apenas tenías como un mes con ella. ¿Por qué no te pude conocer un mes antes? Tal vez así no se lo hubieras pedido, tal vez así te hubieras enamorado poco a poco de mí.
¿Por qué? ¿Por qué cuando yo te amo tanto? Bueno no te amo, aún no. Después de estarme debatiendo si seguir sintiendo esto por ti, tomé una decisión, una decisión que me avergüenza: tenía que hacer que te enamoraras de mí y que la dejaras a ella. Sé que suena horrible pero, ¿Quién no lo ha hecho? Sé que esto suena como una historia demasiado típica, pero es real, ahora lo es. No sé cómo lo haría, pero debía de hacer que la dejaras. Primero debía saber cómo es ella, no sabía cómo se llamaba, no sabía su edad, no sabía nada. Así que no tuve otra opción más que meterme al perfil de Nathaniel y averiguarlo. Su edad es de quince años y vive en otro estado... ¡¿OTRO ESTADO?! Esto tiene que ser una broma. Resulta que hace más de tres años ellos eran amigos, pero ella tuvo que irse debido al trabajo de sus padres (patética historia cliché) y ya no se han vuelto a ver. Ósea, ¿esto significa que le pidió que fuera su novia por video llamada? Que ridículo, pero supongo que no tenía otra opción, un momento si la tenía: ¡NO SER SU NOVIO! Esto no podía estar más arruinado. Pero esto me da más puntos a favor, ella vive lejos, no se han visto en más de tres años. Pero eso no es suficiente, necesito saber si ella es bonita, o hermosa, o que sea hija de Afrodita y Adonis. Esto tiene que seguir siendo una broma... ¡¿Es ella?! Al principio pensé que era un niño. Vaya vaya vaya, bueno no es que yo esté bonita, pero, soy mucho mejor que... ella. Tiene que ser la persona más buena del mundo para que salga con ella. Eso se escuchó muy cruel, yo no soy así, ¿Qué está pasándome? ¿Estoy cambiando por un muchacho? Bueno suficiente, tengo un objetivo y no pienso perderlo. Necesito saber su nombre. Ehud... ¡¿CÓMO?! ¿Ehud? ¿Ese nombre existe? Ya lo había escuchado pero pensé que era nombre de niño. Sin duda esta es la chica más imperfecta que he visto. Supongo que eso me da más ventaja, pero soy una horrible persona. No debería de estar haciendo eso, se supone que yo les digo a mis amigos que los dejen ser felices, les decía eso porque no sabía lo que ellas sentían, ahora lo sé, no puedo dejarlo ir, pero me arriesgaría a ser una terrible persona, pero me gusta y mucho, pero él tiene novia, pero no quiero dejarlo ir, no quiero y no puedo. Bueno no debo de precipitarme. Aun no lo conozco del todo bien.
Pero no sabía en ese entonces que después lo conocería más, mucho más de lo que pensé.
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Siempre Julieta
RomanceNath simplemente eras Nath, con tus padres, con tus amigos. Eras Nathy para ella, la que nunca podría ser yo, Nathy para tu mejor amigo, ese que me agrada. Pero Nathaniel junto a mí, en mis brazos, con tu cuerpo junto al mío. Ella siempre será tu es...