[✨El perdón ✨]
Mis días se resumían en hospital, y casa. La residencia me dejaba, rara vez, tiempo solamente para comer. Deseaba plenamente viajar o al menos tener vacaciones, quería dormir una semana entera.
Ultimamente Sebastián me mandaba flores todos los días, habia desistido de los mensajes cuando lo bloquee de toda red social posible, sufrí y lloré, lo amaba... Pero él no lo vale o eso queria creer.
Caminando fuera del hospital, pensando en todo lo que me había pasado el último año: conocer a Sebastián, estar con él, Tommo (que crece cada vez más y es el único que siempre está conmigo), la desilusión de saber que Sebastián me engañó. De repente una mano se posó en mi hombro sacansome de mis pensamientos y di vuelta rápidamente, al hacerlo estaba él mirandome fijamente.
— ¿Qué haces acá? — dije cansada, no iba a pelear, no tenía fuerzas.
— Quiero que me escuches. No se si me vas a perdonar alguna vez, pero al menos escuchame. — sus ojos estaban tristes, su rendimiento en la cancha estaba cada vez peor, se notaba tan cansado como yo.
— Tengo dos horas libres, vamos al buffet y hablamos. — sus ojos antes tristes comenzaron a brillar, y una sonrisa apareció en su rostro.
Caminamos hacia el Buffet ante la mirada envidiosa de mis compañeras, siempre pasa eso cuando sos algo de un futbolista, una de las pocas cosas que me molestaron. Me tildaron de "botinera" pensando que solamente buscaba de Sebastián dinero, jamás lo haría, jamás.
— ¿Qué vas a tomar? — le pregunté mientras le hacia un gesto a Esteban el mesero del lugar.
— Lo mismo que vos... — le pedí dos cafés extra, y dos porciones dr esas tartas que me volvían loca del lugar. El silencio comenzó, nadie se animaba a hablar.
— y... ¿Como te trata la nueva vida?
— Bien supongo, mucho trabajo. Pero falta solo un mes y tengo mis vacaciones. — sonreí victoriosa, estaba esperando tanto ese día.
— Que lindo, yo también empiezo mis vacaciones dentro de un mes.
— Si lo sé...
— Basta de patear el tema... Perdoname Bar, perdoname por favor. Yo entiendo si no queres verme más, me quedó bastante claro pero quiero que sepas que te amo. No me importa nadie más que vos, yo estaba acostumbrado a otro tipo de relación, estaba acostumbrado a hacer lo que quería y sinceramente me salió mal, porque vos sos diferente, sos completamente diferente.
— Seba, con un perdón nonse arregla nada. Me engañaste. — al terminar de hablar llegaron nuestros cafés.
— Es que no pasó nadaz te juro que es una amiga, te lo juro. No te engañaria jamás. Pensas que quería arruinar lo que teníamos, nunca había querido tanto.
— No pienses que te dejé de amar, porque si, te amo. Pero te juro que aunque quise no pude creer en vos ¿Porque te fuiste sin decirme?
— Por imbécil, por confiado. — dijo aún con la voz cortada.
— Te amo, Sebastián. — dije de igual forma.
— ¿Me das la oportunidad?
— Te vas a tener que ganar la oportunidad.
— No te vas a arrepentir. — tomó mis manos, y les dio un beso. — gracias, gracias.
— Es la única, aprovecha. — seguimos charlando de cosas agenas a nuestra ruptura, opté por creerle, opte por ir detrás del amor que sentía.