Start!
Hola, soy Suga y mi aventura comienza ahora.
Mi vida está llena de chicos por los que me tengo que decidir y realmente cada uno de ellos es muy guapo. Ese es el problema, que no decido con quien irme. ¿Me ayudarías a elegir la opción...
- Las notas... -Sentía una vergüenza tremenda al tener que decir de qué trataban esos mensajes.- Jimin quería...tener sexo conmigo, profesor. -Dije muerto de vergüenza, pero sin rodeos. Total, me lo terminaría sacando. Por eso lo odiaba tanto, el profesor Seokjin siempre conseguía que dijera todo lo que quería.
- Así que...¿tú no querías? -Me preguntó interesado.
- Yo...no me gusta mi compañero, profesor.
- ¿Y se puede saber quien le gusta? -Dijo con una sonrisa torcida, como esperando una respuesta que ya sabía.
- N-nadie, señor... -Si que me gustaba alguien, pero decírselo a la persona que me gusta es otra historia, sobretodo cuando lo tenía deltante. Seokjin había sido una tentación para él desde que lo vió entrar en clase, luego se convirtió en su obsesión para pasar a ser su amor platónico, y por ello lo odiaba.
- Mmm, entonces tendré que sacartelo a la fuerza me temo. -Dijo mientras se levantaba y rodeaba su mesa hasta llegar a mí. Se sentó justo a mi lado mirándome fijamente y posó una mano sobre mi rodilla acariciándola en circulos agradables que me ponian nervioso. No siempre tienes a un profesor comportándose de esa forma y es muy extraño, pero tan placentero a la vez...
- Profesor...-Dije nervioso.
- ¿No me lo dirás, Yoongi? -Me preguntó él subiendo su mano un poco más arriba, casi llegaba a mi ingle y eso me provocaba miles de cosas a la vez.
- ¡Usted! Me gusta usted. -Casi grité antes de que siguiera subiendo su mano, estaba en la escuela y sabía que si ponía su mano donde pensaba que la pondría terminaría gritando como una colegiala.
- Por fin lo has dicho.- Sonrió, una sonrisa que demostraba completo orgullo y satisfacción. ¿Debido a mis palabras? -Pensé que jamás me lo dirías, todas las chicas y chicos se me declaraban, pero tú...sabía que me mirabas, sabía que te gustaba, pero no hacías nada. Sólo te quedabas con tu amigo mientras te coqueteaba y yo muriendo de celos..Eso merecía un castigo, Yoongi. Y ya te lo he dado. -Dijo mientras volvía a sonreír al ver mi pantalón abultado.- Ahora saldremos de aquí e iremos a por un helado, me apetece uno, y luego vendrás a casa de tu profesor porque somos novios. ¿Entendido, Yoongi?
-Completamente...- No podía decir otra cosa. Este hombre hermoso, que además era mi profesor, me estaba correspondiendo, exigiendo que fuera su novio. No podía salir de mi asombro.- Yo...¿le gusto?
- Por supuesto que sí. -Me contestó con un puchero.- No sería tan serio si no me gustases. Ahora, salgamos de aquí.
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