Y llego el día en el que tu nombre ya no me hizo sonreir.
Simplemente estás ahí, como un recuerdo en el olvido
Y me dí cuenta que ya no quiero ser el juguete de nadie, ya no más.
Y si estás leyendo ésto, dejame decirte, que ya te superé.
Pero tranquilo mi amor hacia ti no fue verdadero, porque todo lo que es verdadero jamás termina.