Maldijo mentalmente por centésima vez a cierto rubio bajito en aquel día, mientras hacía un esfuerzo sobrehumano con su boca. Estaba desde la tarde de ayer haciendo muecas raras por largos minutos para luego sacar un tallo completamente liso por entre sus húmedos labios y excusándose al segundo siguiente, murmurando "el tallo tiene la maldita culpa". Su mandíbula y mejillas comenzaban a doler por el esfuerzo que llevaban haciendo por un buen rato, y su lengua rogaba por un descanso, pero no se detendría hasta poder anudar ese palito verde de sabor amargo.
La tarde de ayer, Baekhyun había cruzado la puerta de la sala de estar con una gran sonrisa que sólo podía significar problemas, en especial para el chico de ojos felinos y, contradictoriamente, mejillas de roedor. Baek dejó la bolsa de plástico que llevaba entre sus manos, en la mesa frente al televisor, llamando la atención de los cuatro chicos presentes en el cuarto que de inmediato se acercaron curiosos para saber el contenido de la misteriosa bolsa y la razón por la cual el pelirubio no paraba de sonreír, mas la desilusión no tardó en aparecer. "Cerezas", la bolsa de plástico reciclable contenía al menos dos kilos de brillantes cerezas, osea fruta y no es como si no les agradaran aquellas pequeñas bolitas rojas, pero eran fruta y si le dieran a elegir a cada uno de ellos entre comer toda la semana grandes cantidades de fruta o una presa de pollo frito, aquellos doce chicos optarían por racionar la presa de pollo todo un mes si fuese necesario. En definitiva no eran amantes de la comida que salía de la tierra.
El pequeño rubio no tardó demasiado en notar como sus compañeros de grupo perdían interés por su bolsa misteriosa llena de fruta, por lo tanto decidió dejar de lado tanta incertidumbre y habló tomando una de las pequeñas cerezas con sus dedos.
—Les propongo un juego.— Dijo sentándose en la orilla de la mesa, metiendo la cereza completa a su boca y haciendo una pequeña mueca, dejando a todos anonadados.
—¿Qué tipo de juego?— Se atrevió a preguntar Yixing, mirando fijamente la boca de Baekhyun esperando a que dijera algo; pero éste último no dijo nada, sólo sacó su lengua mostrando en ella un tallo de cereza con un perfecto nudo justo en medio. Un "Wow" en coro se escucho de parte de todos los presentes.
-Dicen que los que son capaces de anudar un tallo de cereza únicamente con su lengua, son excelentes besadores.- Sonrió socarrón el rubio, dejando el nudo en la palma de su mano, retándo silenciosamente al resto de los presentes que rápidamente aceptaron el juego. SeHun resultó ser el primero en lograrlo después de 6 minutos de esfuerzo, luego le siguió LuHan, el cual le dio una significativa mirada al ganador; un par de minutos se les unió Yixing, escupiendo un perfecto nudo en la palma de su mano. El único complicado fue MinSeok, por más esfuerzo que puso en aquella tarea, no lo logró, recibiendo una larga carcajada de parte de BaekHyun.
—Ten, te las regalo para que practiques.— Dijo ofreciéndole la bolsa al pobre roedor, provocando que sus regordetas mejillas se tornaran rojas de la furia más pura. Definitivamente el probaría que era un buen besador.
Volvió a escupir, rabioso, un tallo babeado y completamente liso al plato lleno de mucho palitos iguales a ese. Dejó escapar un sonido parecido a un sollozo, estaba harto de ese maldito juego, pero no quería rendirse,no podía darle el lujo a BaekHyun de reírse de él por el resto de sus días, ya tenía suficiente con las bromas hacia sus mofletes.
—¿Qué haces, Min?— Un pequeño brinco hizo reír al menor de ambos, que murmuró un leve "lo siento" por el susto que provocó en su adorable "Hyung".
—Nada importante, JongDae.— Dijo escondiendo rápidamente la bolsa con cerezas, pero olvidando por completo el plato rebalsado de sus fracasos que pronto se encontró en las manos del sonrisa de gato.
—¿Sigues con esta estupidez, Minnie?— Suspiró cansado el menor. La noche anterior casi no logra dormir con los resoplidos y maldiciones refunfuñadas de su compañero de cuarto.—Ya déjalo, ésto no prueba nada.
—Pero, Dae, están cuestionando mis habilidades de buen besador. Están ofendiendo mi virilid...— No alcanzó siquiera a terminar su breve, pero conmovedor discurso, cuando los labios de JongDae chocaron contra los suyos. Las manos éste último acunaban con cariño las mejillas ajenas, mientras que las de MinSeok se paseaban indecisas entre el pecho y los hombros de su amante no tan secreto. Ambos se fundían en un beso lleno de sentimientos mudos, cada leve chasquido de sus labios húmedos, cada suspiro ahogado, cada movimiento tímido sus lenguas encontrándose, no eran más que declaraciones de lo que tanto se habían guardado entre miradas soñadoras e ilusiones nocturnas.
El beso terminó antes de lo querido, pero el oxígeno era experto en matar momentos apasionados como aquel. Sus miradas se conectaron, ambas brillantes y expectantes a qué dirían, hasta que uno rompió el silencio y la nube rosa que los extasiaba.
—Te lo dije, Minnie, las cerezas no prueban nada.
Y así fue como MinSeok decidió cambiar el amargo sabor de los tallos de cereza, por los
dulces labios de JongDae.~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~
Hola, señoritas y señoritos(?)~
Les traigo el mejor material de mi más reciente cosecha para su deleite (en realidad no, tengo este drabble hace mucho, pero me daba flojera terminarlo...). En fin, espero que sea de su agrado y sigan apoyando mis historias a pesar de lo -ejem- irresponsable que soy~
Los quiero, bai bai~ 💕🐰
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Cerezas "ChenMin"
Proză scurtăMucha gente cree que el ser capaz de anudar un tallo de cereza con la lengua, te convierte de inmediato en un gran besador. MinSeok en realidad nunca se lo había planteado, hasta que llegó Baekhyun a la sala de estar con una gran bolsa llena de cere...