La Rueda

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Tic tac, tic tac. El estresante ruido generado por las manecillas del reloj que se encontraba al otro extremo de la habitación, lo único bueno que sabía hacer en estos momentos es quitarme mi preciado sueño que me costo tanto conseguir. Molesta me levanto sabiendo que ya se me sería imposible volver a conciliar el sueño, Miro el reloj y me doy cuenta que son las 5 a.m. "genial, faltan dos horas para ir a clases" me digo, lo mejor ahora será que aproveche este tiempo para darme un buen baño y relajarme como es debido.

Cojo mi bata de baño turquesa que tiene el antiguo logo de mi equipo de natación cuando estaba en tercero de media; y voy directo hacia la ducha, nada como un buen baño de agua caliente para relajarme y quitarme todo ese pesar que tengo.
El sentir como las gotas de agua caen levemente fuerte sobre mi cabeza me empieza a relajar, más el recordar lo escuchado la noche anterior volvió a deprimirme, y no sé si es porque no soy capaz de digerirlo o simplemente no quiero admitir la verdad, caí de rodillas porque mis piernas me empezaron a fallar y es que me encontraba encima de una montaña rusa de emociones, estaba llorando, llorando bajo el agua de la ducha la cual se encargaba de llevarse esas estúpidas lágrimas, que lo único bueno que sabían hacer era salir sin mi permiso, de alguna manera algo irónica la regadera intentaba librarme de este dolor al llevarse mis lágrimas con ella, las cuales contenían mi pena y dolor.

Después de calmarme salgo de la ducha y envuelvo mi cuerpo con la bata, me acerco al tocador, miro mi reflejo borroso en el espejo del baño, con mi mano limpio el agua que se había condensado por el vapor de la ducha, y solo logro distinguir a una chica, con sus ojos marrones hinchados y rojos de tanto llorar acompañados de unas ojeras tan grandes y oscuras como las manchas de un panda, con una piel tan pálida que la hacía ver enferma debido a que se podían ver sus azuladas venas en el mar lechoso que era, las cuales, por alguna extraño razón, formaban constelaciones, mientras algunas personas lo hacían con sus pecas ella lo hacía con sus venas, un aspecto un tanto triste pero que, por mas extraño que sonase, no me desagradaba del todo.

La chica del espejo era yo y a la vez no, Lo único que nos diferenciaba era su mirada triste y esos ojos irritados y rojos; patética me dije, soy la mejor en todo lo que me propongan y dejo que una estupidez me destruya emocionalmente, no puedo permitirlo, y más después de tanto esfuerzo para por fin estudiar lo que deseo. Me lavo los dientes lo más rápido que puedo y me dirijo a mi habitación, determinada a que esto no me afecte.

Reviso en mi closet para ver que ropa me pondré, me decido por unos short de mezclilla claros, mi polo de un cachorrito con cara de subnormal el cual amo, mi camisa de cuadro, una casaca de jean, la cual amarro a mi cintura por si hace frio mas tarde; y mis botines color moro con un pequeño tacón.

Me acerco al asiento de ventana de mi habitaciónmi celular poder escuchar algo de música mientras me preparo mi desayuno, ya después tendría tiempo de alistar mis cosas.

Reviso la hora y me doy con la sorpresa que son las siete con un minuto, genial me hago tarde para tomar el bus, desconecto mis audiufonos y los guardo en uno de los bolsilos de mi camisa, seguido de eso cojo mi bolso y saco los libros del sábado, al mismo tiempo que guardo los del día de hoy, busco en el escritorio mi folder con mis trabajos y tareas. En ello encuentro unas hojas en la impresora, no tome mucha importancia y las guarde en el folder. Cojo la cartuchera y la termino de meter en el bolso con mi folder en mano y salgo corriendo del departamento.

Llego a la parada algo agitada, y lo primero que hago es revisar rápidamente mi celular, por suerte me doy cuenta que todavía faltan unos tres minutos para que llegue el bus. Me inclino levemente hacia adelante mientras me cojo de las rodillas para intentar recuperar un poco de aire.
Ya un poco más recuperada espero los minutos que faltan para que llegue el bus. Para hacer el tiempo mas ameno saco los audifonos de mi camisa y los conecto al mi celular, desactivo la pantalla de bloqueo y abro el reproductor de musica, paso mi dedo por la pantalla buscando una canción, me encuentro un tanto dudosa de que musica elegir pues no queria empesar el día con música deprimente como casi siempre suelo hacerlo, puesto que ya tuve suficiente con la escenita que me arme en la ducha; decido escuchar Problem de Natalia Kills, es una canción divertida, aunque aveces pase el ridiculo interpretando la letra inconscientemente, pero es que me gusta por que me hace sentirme como una chica mala, una chica que no tiene miedo de expresar lo que siente y decir lo que piensa.
Cuando llega el bus me doy cuenta de que esta casi vacío para mi suerte, encuentro un par de asientos libres, me siento en el lado de la ventana y coloco mi bolso en el lado del pasillo. Subo el volumen de la musica a un punto antes de hacerme doler los oidos y me dispongo a apreciar la calle en lo que llego a la universidad.

LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora