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Este capitulo está dedicado especialmente a Sarai732, y a todos los que vienen de Zona Larry. (Dedicare uno a todos los que me lo pidan, tengan me paciencia) 


Presente.

El sonido de los autos pasar frente a su casa estaba haciendo que Harry casi perdiera la cabeza, ¿Desde cuándo su calle se había hecho tan transitada? Claro, las fiestas navideñas hacían que la ciudad se desbordara de gente.

Dio una vuelta a su cuerpo en la cama, ya no lograría conciliar el sueño y lo sabía, escucho pasos en el pasillo fuera de su habitación; a los pasos se le sumaron murmullos y el estruendoso sonido del claxon de algún auto en la calle, cubrió su cara con la almohada y soltó un gruñido, exasperado. Se sentó en la cama y tallo sus ojos con pesadez; miro el reloj de números azules que brillaba sobre su mesita de noche, soltó un suspiro y sacudió su cabello.

11:35 a.m.

La noche anterior se había quedado hasta tarde en su nuevo trabajo en "Lucy's kitchen" mientras pasaban las vacaciones de final de año, había conseguido una motocicleta con ayuda de su padre y se había comprometido a que la mantendría por su cuenta, al igual que la mayor parte de su gastos; así tuviese que freír hamburguesas por siempre.Se levantó arrastrando las piernas por su cuarto, salió al pasillo se encontró con sus primos Logan y Luke, los gemelos más tiernos y al mismo tiempo irritables que podría haber conocido, los ignoro y camino hacia la sala tocando la gigantesca mariposa que llevaba en el pecho bajo su suéter de lana, continuo caminando hasta la cocina pero fue interrumpido por un chillido a sus espaldas cuando se encontró apunto de cruzar el umbral que separa la sala del paraíso: – ¡Pero que muchacho más guapo! Vio unas pálidas manos posarse alrededor de su barriga, unas uñas pintadas de un horrible color rojo; No necesito darse la vuelta para saber de quien se trataba. Su tía Loren. Nunca le había caído especialmente bien, era apenas unos años mayor que su hermana Gemma y siempre había sido demasiado confianzuda y tocona; eso le molestaba, siempre trataba de "seducirle", pero a él..., no le gustaban las vaginas.

– ¡Mira cuanto has crecido! ¿Hace cuánto no nos vemos?

Y Harry deseo no haberla visto de nuevo nunca.

Se giró y le dedico una amable sonrisa, como pudo se deshizo de su abrazo y se quejó de que aún no desayunaba, necesitaba atragantarse de comida si quería sobrevivir bien a lo que queda del día.

– Quizá después de engordar, quieras ayudarnos a arreglar la casa. Hoy será una noche especial para todos.Escucho la cálida voz de su mamá; Harry sabía que no se trataba de una invitación a cooperar con los arreglos de la casa, no señor, era su deber ayudar a colgar adornos dentro y fuera de la casa, una obligación se había creado cuando el pequeño niño se convirtió en una jirafa.

Y así se pasó toda la tarde; yendo y viniendo de la tienda, colgando guirnaldas aquí y allá, ni si quiera la nieve impidió que la madre de Harry lo hiciese subir al techo para colgar algunas luces que faltaban allí.

– ¿Aquí está bien? Pregunto dándole una última movida al cableado, recibiendo al fin una respuesta positiva de parte de su mamá.

Bajo las escaleras con cuidado de no caer, recibió la taza de chocolate caliente que le ofrecían las enguantadas manos de su madre, soplo el humo que salía de la redonda taza y se adentró en su casa con la esperanza de su labor había terminado; se sentó en el verdoso sofá y tomo el mando del televisor en la mano que no estaba ocupada y se dispuso a cambiar el canal, pero unas pequeñas y regordetas manos se posaron sobre la suya, impidiendo sus acciones.

Levanto la mirada encontrándose con los grisáceos ojos de Jani, su prima de cinco años; lo miraba desafiante, Harry suspiro, sabía que si su prima se perdía la maratón de "My Little Pony" ni Rainbow dash ni Dios podrían hacer que dejase de llorar.

Se resignó soltando el mando y tomando la taza con ambas manos, cuando se la llevo a los labios su celular vibra en su bolsillo.

– ¿Zayn? Hablo el castaño mientras miraba a Pinki Pie en la pantalla

– Hermano, necesito pedirte un favor...

Y así fue como el menor termino sirviendo hamburguesas en su día de descanso, eran casi las siete de la noche y Harry sentía que en cualquier momento terminaría con la cara en el aceite hirviente, le palpitaba la cabeza y sus ojos no dejaban de mirar hacia el reloj, eran las siete de la noche y toda su familia ya debía estar reunida en casa, se mordió el labio intranquilo, su mamá había repetido innumerables veces lo importante que era que todos estuvieran allí esa noche, era especial para ella no solo por ser navidad

– Bien muchachos, creo que merecen irse a casa.Nunca había amado tanto escuchar la chillona voz de Olivia, quiso abrazarla pero no lo haría jamás.

Llego a casa y habían unos cinco autos estacionados fuera, dejo su moto en la entrada y se tomó el tiempo de admirar las luces de la entrada, se felicitó interiormente; había hecho un gran trabajo.

Se acercó a la puerta y desde allí pudo oír las risas de sus familiares, toco el timbre y todos parecieron quedarse callados durante un minuto – Yo voy. – Se escuchó de fondo una voz que no pudo reconocer, los murmullos volvieron y un par de nuevas carcajadas se escucharon, puso su mano en su cadera mirando al suelo mientras esperaba que la persona dueña de la voz se dignara a abrir la puerta.

La puerta se giró y vio unos pies pequeños cubiertos por unas converse blancas.Creí que iban a dejar aquí esperando a que me conge...se calló en seco cuando subió la mirada y se encontró con esos ojos azules que solían robarle sin aliento cada que los veía, muy seguido.

– ¡Feliz navidad, Hazz! Dijo alegre y las piernas de Harry temblaron, no pudo evitar sonrojarse, habían tenido una buena relación "amistosa" desde que se conocieron hace 4 años cuando Harry apenas tenía 13 y Louis 18 años.

Pero Harry siempre había querido más.


Brother in law. »L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora